Gobierno Vasco se opone a"judicializar" el modelo de financiación del naval

  • La consejera de Desarrollo Económico y Competitividad del Gobierno Vasco, Arantza Tapia, se ha mostrado hoy contraria a "judicializar" el conflicto por el modelo de financiación del sector naval, y ha pedido al Gobierno que determine "cuánto antes" qué ayudas hay que devolver y su cuantía.

Pasaia (Gipuzkoa), 21 ago.- La consejera de Desarrollo Económico y Competitividad del Gobierno Vasco, Arantza Tapia, se ha mostrado hoy contraria a "judicializar" el conflicto por el modelo de financiación del sector naval, y ha pedido al Gobierno que determine "cuánto antes" qué ayudas hay que devolver y su cuantía.

Tapia ha hecho estas declaraciones tras asistir en Pasaia (Gipuzkoa) a la botadura de un buque construido por Astilleros Zamakona, el "Ocean Osprey", por encargo de la armadora noruega Atlantic Offshore, en un acto al que ha asistido también el diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano, quien ha destacado la importancia de este negocio para la economía vasca.

Mientras que se prevé que el próximo mes el Gobierno español interponga un recurso a la decisión de la Comisión Europea (CE) de obligar a devolver algunas ayudas a financiación naval, la consejera vasca ha expresado hoy su opinión contraria a que se "judicialice" esta cuestión, ya que para el Ejecutivo autonómico, la prioridad es dotar de "seguridad jurídica" al sector.

Tapia ha recordado que en estos momentos está vigente en Europa un nuevo modelo de financiación del sector, con el que los astilleros ya están empezando a trabajar, por lo que ha defendido la necesidad de que el Ministerio de Hacienda "decida" cuanto antes "cuáles son las operaciones que están implicadas" en las posibles ayudas ilegales, "quiénes son los inversores que tienen que devolver" dichas ayudas y "cuál es la cantidad".

"Es la tarea que le pedimos al Ministerio que haga cuanto antes, para poder estabilizar el sector, ganar en seguridad jurídica, porque ya tenemos un instrumento financiero, ya hay contratos con astilleros vascos con ese nuevo sistema", ha declarado la consejera.

Ha cifrado en 35 los barcos que "no se han construido en Euskadi" por culpa de dicha incertidumbre jurídica y han acabado en astilleros de "países de bajo coste" del sudeste asiático.

La consejera se ha felicitado por la buena noticia que significa la botadura de un barco, un acto que demuestra que los astilleros vascos "saben hacerlo y pueden hacerlo" porque Euskadi cuenta con un sector naval "preparado".

El "Ocean Osprey", es un buque construido para proporcionar atención inmediata a las situaciones de emergencia en plataformas petrolíferas, en concreto para una planta que la compañía Shell tiene en las aguas escocesas del Mar del Norte.

Se trata de un barco de 66,80 metros de eslora y una manga de 16 metros, con capacidad para rescatar a 300 personas y que dispondrá de una tripulación de 22 integrantes.

El contrato de Astilleros Zamakona con la armadora Atlantic Offshore incluye un total de tres barcos iguales, al precio de 25 millones de euros cada uno de ellos.

El responsable del astillero pasaitarra, Jesús Villacañas, ha comentado que cada uno de los barcos asegura una carga de trabajo de entre 200 y 300 personas durante un año, aunque la empresa continúa negociando para lograr nuevos pedidos con otros clientes.

El "Ocean Osprey" será utilizado en aguas británicas, mientras que el segundo barco igual que Zamakona ha comenzado ya a construir dará servicio en Noruega y el tercero también lo hará en Escocia.

Villacañas ha lamentado, en la misma línea que la consejera, que la incertidumbre generada sobre la financiación de este tipo de operaciones está haciendo perder "un gran nicho de mercado" al sector naval nacional.

Ha aclarado que este contrato no se ve afectado por el nuevo modelo, pero que los futuros que se están negociando sí que deberían aplicarlo, por lo que "falta confianza" para cerrar las operaciones.

La madrina de la empresa armadora, la escocesa Mary Bryce, ha sido la encargada de bautizar el barco con una botella de "txakolí", después de que un sacerdote lo haya bendecido siguiendo la tradición local, ante la atenta mirada de una nutrida representación noruega y escocesa -la armadora tiene una delegación en Aberdeen- presente en el astillero pasaitarra.

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