Goirigolzarri se mantendrá porque su plan cuenta con el respaldo de Economía

Madrid, 5 jun.- El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, se mantendrá al frente de la entidad porque su plan para sanear el grupo a costa de una inyección pública de 19.000 millones de euros "cuenta con el respaldo del Ministerio de Economía", según han explicado a Efe fuentes financieras.

Por eso, aunque la cifra final pudiera variar, no se prevé que lo haga de forma sustancial, por lo que en ningún caso forzaría la dimisión del nuevo presidente de Bankia, que ha llegado a la entidad con el objetivo de reflotarla.

Sin embargo, las críticas de algunos sectores del PP por la "barra libre" de fondos ofrecida al nuevo equipo por el ministro de Economía, Luis de Guindos, mientras se aplican recortes en sanidad y educación, han hecho que el Gobierno se replantee si es necesaria una cantidad de fondos de ese calibre.

También pesa que al anterior presidente de Bankia, Rodrigo Rato, pensaba sanear la entidad al máximo con ayuda pública inferior a 7.000 millones, es decir, tres veces menos que los 22.000 millones que pide Goirigolzarri y que se quedan en 19.000 millones después de ajustes.

El próximo lunes, Bankia tiene previsto presentar el plan que el nuevo equipo gestor ha diseñado, aunque no en solitario, sino junto a Economía y siguiendo las recomendaciones del banco Goldman Sachs, al que el Ministerio contrató con ese fin.

Por eso, aunque la cifra de los 19.000 millones, realmente 22.000 millones, sea provisional, todo hace pensar que el plan justificará cómo se llega a la conclusión de que esa es la cantidad de dinero que necesita el grupo.

En números redondos, los 22.000 millones se dividen en 15.000 millones para provisionar créditos e inmuebles, 4.000 millones para ajustar el valor de la cartera de participadas y 3.000 millones restantes.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, dijo recientemente que el Estado aportaría el dinero que hiciese falta para que Bankia cumpliera con las nuevas exigencias de provisiones y pudiera aprobar sus cuentas sin salvedades de los auditores.

Con la primera condición, el grupo requiere unos 9.000 millones, y sin embargo está pidiendo 15.000 para cubrirse de posibles deterioros futuros, tal y como advertía en un informe Caja Madrid, presidida por Rodrigo Rato.

Para evitar salvedades de los auditores en las cuentas del grupo, Bankia pide los 7.000 millones restantes, cifra que para el equipo de Rato también "sorprende" porque con ella parece que toda la cartera de participadas se va a vender o no hay opción de utilizar los créditos fiscales en los próximos 18 años.