La batalla accionarial en Ebro Foods gana intensidad. Tras las compras realizadas por Corporación Alba –dueña del 10% del capital- y José Ignacio Comenge en primavera- y las adquisiciones de la familia Hernández Callejas –el accionista mayoritario con el 15,9%- y de Damm –que ha llegado al 10%- en el arranque del verano, otro inversor de postín como Juan Luis Gómez Trenor se ha sumado a la fiesta.
El hombre que controla alrededor del 20% de la nueva embotelladora de Coca Cola ha puesto sobre la mesa casi 20 millones de euros en dos semanas para aumentar su participación en el grupo alimentario desde el 5,10% hasta el 5,88%. Gómez Trenor ha pagado casi 19 millones de euros por un paquete de 1,2 millones de acciones que le consolidan como el quinto accionista del grupo y que suponen todo un desafío para los accionistas de referencia de la compañía.
Las compras han sido realizadas a través de Empresas Comerciales e Industriales Valencianas, el brazo armado en los mercados del inversor valenciano, que parece dispuesto a dar la batalla en un grupo en pleno proceso de transformación al que ha convertido en su gran apuesta bursátil. Gómez Trenor está demostrando un apetito voraz. En noviembre del año pasado superó el 3% de participación y desde entonces no ha dejado de comprar.
Las compras de Gómez Trenor han levantado enormes suspicacias y elevan la temperatura de un valor sin accionista de control sobre el que –todavía de forma velada- ha comenzado un batalla que promete ser de altos vuelos. Hasta ahora, las compras de Alba y de Gómez Trenor han supuesto un aliviio para la familia Hernández, que observa con creciente preocupación la escalada de Damm en el capital.La sombra de Damm
El grupo que preside Demetrio Carceller entró de forma totalmente amistosa en el capital hace ya una década, pero después ha ido incrementando su participación frente a la recelosa mirada del accionista mayoritario, que se habría procurado nuevos compañeros de viaje en el capital para cerrar la puerta a una hipotética gran ofensiva de Damm, que en 2011 hizo público su interés por adquirir el algo más del 10% del capital que estaba en manos de la Sepi.
"Si la SEPI está dispuesta a vender su parte en Ebro nosotros seríamos uno de los candidatos naturales a comprar una parte, siempre de acuerdo con el socio de referencia", dijo en junio de 2011 Carceller. Una operación que de haber fraguado habría convertido a Damm en el accionista mayoritario. Pocas semanas después, Corporación Alba –el vehículo inversor de los March- elevaba su participación desde el 5% hasta el 8%. Una operación que el mercado interpretó con una maniobra de apoyo de los empresarios baleares hacia la familia Hernández.
¿Qué papel juega Gómez Trenor en esta historia? Con la caja rebosante de liquidez tras la constitución de Coca Cola Iberian Partners, no para de ganar voz y voto en la compañía. Fuentes del mercado aseguran que la orden de compra de acciones sigue abierta –no ha parado de adquirir títulos desde finales de julio hasta la semana pasada- y que el empresario levantino quiere aprovechar la gran debilidad de la cotización de Ebro, que no levanta el vuelo en lo que va de año.
Totalmente ajena a la evolución general de la bolsa español, la acción de la compañía alimentaria acumula este año una caída superior al 11%. Terreno abonado para que los accionistas de referencia sigan moviendo ficha en uno de los valores más calientes de la bolsa española. La batalla por el control de Ebro sigue en todo lo alto y promete muchas más emociones fuertes.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios