Grecia: más de dos mil años retrasando el pago de su deuda

  • Si echamos la vista atrás, observamos que en el año 733 a.C. Grecia tuvo su primer impago. La situación que vive Atenas pinta mal si nos fijamos en su pasado, pero no es el único país con una historia económica complicada. España también tiene su récord, el del país con mayor cantidad de impagos en los últimos cuatro siglos.
Grecia: más de dos mil años retrasando el pago de su deuda.
Grecia: más de dos mil años retrasando el pago de su deuda.
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Barry Neild, Londres (Reino Unido) | GlobalPost

Los ciudadanos de Grecia se están hartando sin duda de los titulares facilones que describen sus calamitosa situación financiera de "tragedia griega".

Y con razón.

Si bien Grecia está a un paso de no poder pagar su deuda soberana (provocando la caída de los mercados globales y la desaceleración de las economías), no hay nada particularmente griego en este tipo de drama financiero.

Ciertamente, Grecia no tiene exactamente un historial limpio. El primer impago de su deuda soberana del que se tiene constancia se remonta al 377 a.C., y en los 2.388 años transcurridos desde entonces los helenos han dejado de pagar sus compromisos financieros en numerosas ocasiones.

Incluso supuestos bastiones de la credibilidad financiera como Alemania, Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos también han incurrido en el pasado en algún tipo de impago de su deuda soberana.

De hecho, si acudimos a los libros de Historia para apuntar con el dedo y sacar los colores, casi todas las naciones del planeta, excepto un pequeño grupo de países asiáticos y nórdicos, han dejado en alguna ocasión de cumplir sus obligaciones financieras.

En los últimos siglos los impagos han sido tan habituales que la incapacidad de los gobiernos para aprender del pasado casi resulta más cómico que trágico, si no fuese porque millones de vidas se ven afectadas como consecuencia de ello.

Pero ¿hemos aprendido algunas lecciones de esta plétora de impagos? Y si lo hemos hecho ¿no sería ahora un buen momento para compartirlas, especialmente cuando la actual situación de Grecia amenaza con arrastrar a la economía global a nuevas turbulencias?

La lección más obvia que nos da la Historia es que las cosas siempre pueden ir a peor, y que los daños colaterales pueden ser dolorosos, según Costa Vayenas, un analista de mercados emergentes del banco de inversiones UBS que ha remontado sus estudios a la antigua Grecia, cuando una docena de viejas ciudades-estado no pudieron pagar lo que le debían a un templo.

"La primera lección [del pasado] es que cuando se produce un impago de la deuda soberana, suele ocurrir con varios países a la vez", explica a GlobalPost.  "La Historia nos enseña que nunca ocurre en un solo país. El tema suele ser más amplio, más sistémico, con muchas naciones implicadas".

Este es ciertamente el caso en los últimos 200 años, con impagos en torno a las guerras napoleónicas; a lo largo de la década de 1840, cuando casi medio mundo no podía pagar su deuda; durante la Gran Depresión de 1930, y con la crisis financiera asiática de finales de la década de 1990.

Las observaciones de Vayenas parecen confirmar los escenarios apocalípticos que predicen algunos si se materializa el impago de Grecia. Estos analistas dicen que otras naciones se verán arrastradas hacia el precipicio debido a su exposición a la deuda griega, o por los vanos y costosos intentos de evitar la crisis en la Eurozona.

Los que corren más riesgo son los socios más débiles de la UE, incluyendo las economías ya rescatadas de Portugal e Irlanda. España también podría sufrir, pero esto no sería algo inusual: durante los últimos cuatro siglos ha acumulado 13 impagos soberanos, el récord mundial.

Pero España y Grecia no son los únicos morosos de Europa.

Inglaterra incurrió en tres impagos antes de 1600, comenzando por la incapacidad de Eduardo III de cumplir con sus obligaciones con prestamistas italianos en 1340. En Francia, que registró seis impagos de deuda entre 1558 y 1788, dejar dinero era un negocio potencialmente peligroso, y los impagos se calificaban a veces de "sangría". En muchas ocasiones se llegaba a ejecutar a los acreedores.

Los mercados emergentes han dominado el mapa de los impagos de deuda en los tiempos modernos. Pese a su riqueza petrolífera, Nigeria ha incumplido sus compromisos cinco veces desde su independencia en 1960. Indonesia lo hizo cuatro veces durante el siglo XX, y China en 1921 y en 1939, las dos veces antes de la instauración del comunismo.

Pero las economías prominentes también fallan. La Rusia post comunista dejó plantados a los inversores en 1998, después del batacazo que supuso la crisis financiera asiática y el colapso de las ganancias por la venta de commodities. Argentina sufrió en 2001, tras años subida a la montaña rusa de la hiperinflación y la recesión.

Al extraer lecciones de su larga lista de infractores, Vayenas traza una línea entre la deuda emitida en moneda nacional o divisa extranjera.

La deuda en moneda local es la opción preferida, ya que los estados simplemente pueden recurrir a una solución a corto plazo que consiste en emitir más billetes para cubrir los préstamos. Pero eso no puede hacerse si han pedido prestado oro o divisas de otro país, algo que tienen que hacer muchos mercados emergentes porque su propia moneda carece de suficiente peso entre los inversores.

"Esto es en cierto modo lo que se está viendo en Europa. Los países de la zona euro han pedido dinero prestado en una moneda que no pueden imprimir", explica.

Según este experto, muchos mercados emergentes que han incumplidos sus pagos han aprendido esta lección, y en los periodos de prosperidad se han dedicado a aumentar sus reservas de divisa extranjera. Asimismo, muchos también se han dado cuenta de la importancia de tener instituciones bancarias fuertes, respaldadas por capital y no por activos espurios como las hipotecas subprime que condujeron a la crisis global de 2007.

"El resultado es que durante la crisis de 2007, algunos de los mejores bancos del mundo los encontramos en esos mercados emergentes que han atravesado por periodos de dificultad", añade Vayenas.

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