La luz verde al rescate en Grecia ha tenido varias consecuencias. La primera de ellas ha sido que el gobierno heleno empiece a pagar lo que debe (a los mismos que le prestan ahora más dinero). La segunda, que Tsipras se va a enfrentar a unas elecciones anticipadas más pronto que tarde para acabar con las fisuras de Syriza. La tercera, que Merkel ha vuelto a demostrar que apuesta por Grecia aunque dentro de su partido tenga ya díscolos.
Grecia devolvió 3.200 millones de euros de capital y 200 millones de intereses, así como 7.160 millones de euros del crédito puente que los acreedores del país, UE, FMI, BCE y Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) le concedieron el mes pasado para que pudiera cumplir sus compromisos con el BCE y el FMI.
El miércoles por la noche, los ministros de Finanzas de la zona euro aprobaron el desbloqueo de un primer tramo de 26.000 millones de euros del nuevo paquete de ayuda de 86.000 millones, de los que 23.000 han sido girados inmediatamente.
La suma se desglosa en 10.000 millones de euros que serán colocados en una cuenta bloqueada destinada a recapitalizar los bancos griegos. Parte de los otros 13.000 millones han servido este jueves para devolver vencimientos. El resto servirá el mes próximo para reembolsar más de 1.500 millones de euros al FMI en cuatro veces.
Los 3.000 millones restantes de los 26.000, se entregarán "antes de finales de noviembre", precisó el miércoles el MEDE, cuando se compruebe el estado de las reformas que ha prometido Atenas a cambio de ayuda financiera.
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