Grecia y la banca buscan un acuerdo sobre la deuda ante reunión del Eurogrupo

  • Grecia y la banca privada, representada por el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), buscan un principio de acuerdo sobre la quita de una importante parte de la deuda helena de cara a la reunión del Eurogrupo del próximo lunes.

Andrés Mourenza

Atenas, 21 ene.- Grecia y la banca privada, representada por el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), buscan un principio de acuerdo sobre la quita de una importante parte de la deuda helena de cara a la reunión del Eurogrupo del próximo lunes.

"Necesitamos un esbozo de acuerdo para presentarlo este lunes en la reunión del Eurogrupo", explicó a EFE una fuente del Ministerio de Finanzas griego.

Las negociaciones continuaron hoy por vía telefónica dado el inesperado viaje del director del IIF, Charles Dallara, y el asesor de BNP Paribas, Jean Lemierre, a París con la intención de consultar los detalles de este eventual acuerdo con sus socios.

La idea -explicó a EFE una fuente del Ministerio de Finanzas de Grecia- es tener listo el acuerdo para hacerlo público durante la Cumbre Europea del próximo 30 de enero, cuyo tema principal será la situación en Grecia.

Tras la larga sesión de reuniones de ayer, que concluyó en la madrugada, el IIF publicó un comunicado firmado por Dallara y Lemierre, en el que aseguraban que se estaban acercando posiciones.

"Ahora es el momento de actuar de forma decisiva y aprovechar la oportunidad de concluir este acuerdo histórico y contribuir a la estabilidad económica de Grecia, la zona euro y la economía mundial", afirmaron ambos.

Sin embargo, el diario griego 'Kathimerini' estimó que, "a pesar del optimismo de los comunicados, las negociaciones están de nuevo bloqueadas por los tipos de interés de los nuevos bonos".

Esto se debe a que la "troika" formada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE) habría exigido una rebaja en los tipos de interés de los nuevos bonos depreciados por los que serán sustituidos los actuales.

La reestructuración de los 206.000 millones de euros en bonos en manos del sector privado -de los cerca de 350.000 millones de euros a los que asciende la deuda griega- supone la quita de unos 100.000 millones a través de la entrega de títulos.

Estos títulos supondrían el 35 % del valor actual, más un 15 % en dinero en efectivo o bien en bonos a dos años emitidos por el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF), según el analista Dimitris Yannopulos.

En cuanto al interés, la última oferta hecha por el IIF es la de unos bonos a 30 años con un interés progresivo que comenzaría en el 3,5 % para el periodo de 2012-2014, aumentaría al 4 % entre 2015 y 2020 y sería del 4,6 % a partir de 2021, cuando la economía de Grecia podría ya haberse recuperado.

Según algunos medios de comunicación griegos, Dallara tiene previsto mantener contactos con cargos de la "troika" en los próximos días, dado que ésta exige un interés medio en torno al 3 %, demasiado bajo para las exigencias de los bancos y fondos de inversión tenedores de deuda helena.

Otro tema espinoso es la ley que regiría los nuevos títulos, un apartado en el que el Gobierno griego habría cedido a las exigencias de la banca, a cambio de que se reduzca la pretensión sobre los intereses, que al principio de la negociación los acreedores demandaban que fuese de entre el 6 y el 8 %.

Así, los nuevos bonos estarían sujetos a la ley británica, más favorable a los acreedores, pues obliga a que, aunque Grecia saliese de la moneda única, los títulos continuarían cotizando en euros.

El éxito de la negociación sobre la quita, cuyo porcentaje se negocia ahora, es esencial para que Grecia tenga una deuda más sostenible y facilite que la Unión Europea y el FMI concedan un nuevo préstamo de 130.000 millones de euros a Atenas.

Grecia necesita fondos para hacer frente al próximo pago de deuda, ya que no dispone de suficiente liquidez para satisfacer los 14.400 millones de euros que vencen en marzo, cuyo impago obligaría al país a declararse en bancarrota.

Por otro lado, los inspectores de la "troika" se encuentran en Grecia negociando con el Gobierno griego nuevas medidas de ahorro, de cara a la tramitación de nuevos préstamos.

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