Hacienda activa un 'rescate blando' para salvar de la ruina a 400 ayuntamientos

Hay problemas que por más que se intenta no se consiguen resolver. En los últimos meses, el Gobierno ha adoptado diversas medidas para aliviar la situación financiera de los ayuntamientos españoles.

Les ha ampliado a ocho años el plazo inicial de cinco del que disponían para devolver al Estado los millones de euros de más percibidos en forma de anticipos en los ejercicios de 2008 y 2009, les ha adelantado 11.000 millones de euros para pagar dos millones de facturas que tenían pendientes con sus proveedores, ha adoptado medidas fiscales para impulsar la recaudación municipal, ha aprobado medidas de ajuste en materia de personal que han conseguido rebajar el gasto de las corporaciones locales...

Un importante esfuerzo que no ha impedido que a día de hoy haya un grupo de 400 ayuntamientos que todavía no son capaces de pagar sus cuentas pendientes y que parecen abocados a la quiebra porque ya no encuentran entidades bancarias que los financien.

Desde Hacienda se aclara que "la mayoría son pequeños, aunque hay alguno de tamaño mediano". Al parecer, en torno a una docena de los ayuntamientos en problemas son de ciudades de más de 75.000 habitantes. Alguno de ellos ya se conoce: el caso de Jerez de la Frontera.

Hacienda los tiene identificados y ha decidido ofrecerles un último salvavidas al que, eso sí, sólo podrán acogerse hasta el próximo 2 de enero.Intervención 'blanda'

El esquema que les ha puesto encima de la mesa el departamento que dirige Cristóbal Montoro tiene el aspecto de una suerte de intervención blanda. A grandes rasgos funcionaría así: Hacienda ofrece a los ayuntamientos con problemas una serie de medidas para facilitarles la liquidez suficiente como para salir adelante, pero a cambio les exige la adopción ineludible de una serie de medidas de ajuste fiscal (subidas de impuestos, recortes de gasto...) y aceptar una mayor control de sus cuentas por parte del Estado.

Probablemente les suene este esquema, porque tiene muchas similitudes con las operaciones de rescate apadrinadas por la troika en los últimos años.

¿Por qué es blando este esquema de rescate? Porque las obligaciones de los ayuntamientos se modularán en función de la gravedad de su situación y porque, según Hacienda, sería mucho peor que se les aplicará la Ley de Estabilidad Presupuestaria y se les diseñará un Plan de Reequilibrio Económico-Financiero "que sería mucho más duro".

Y, además, porque las ventajas que se les ofrecen son muy jugosas, aunque según fuentes de Hacienda su aplicación "no va a costar ni un solo euro".

Por ejemplo, podrán recibir anticipos de los recursos que les correspondan por su Participación en los Ingresos del Estado (en torno a una cuarta parte del total de sus ingresos) y en el caso de tener deudas con acreedores públicos se les reducirá la retención que la ley obliga a aplicarles por un periodo máximo de tres años.

Además, podrán ver ampliado hasta los ocho años el plazo disponible para reintegrar al Estado los fondos percibidos de más (en torno a 10.000 millones en total) en los ejercicios de 2008 y 2009.

También disfrutarán de facilidades de pago para saldar sus deudas con la Agencia Tributaria o la Seguridad Social, cuyo abono podrán fraccionar hasta en un máximo de diez años.

Por último, el Gobierno les garantiza que podrán refinanciar las deudas que tienen pendientes con entidades financieras y que los bancos se negaban a renegociar porque no disponían de ninguna garantía de pago.

Hacienda dice haber hablado con las entidades financieras y también dice estar en condiciones de asegurar que éstas admitirán la conversión de deuda a corto plazo en operaciones a largo a los ayuntamientos que se acojan al esquema de ayuda planteado desde el Ejecutivo.70 ayuntamientos en la UVI

Según las estimaciones del Ministerio de Hacienda, el volumen total de ayuntamientos con serios problemas financieros asciende a 400, si bien la situación es particularmente grave en un 15% de ellos, algo más de 70.

Hay 88 que ya han decidido acogerse al esquema de rescate blando planteado por el Gobierno, que es de carácter voluntario, aunque desde Hacienda se espera que la mayoría de los más de 300 municipios con problemas acepten la ayuda del Estado.

Como referencia se puede decir que en el curso del último mes apenas nueve han decidido acogerse al mecanismo.

¿Qué clase de problemas tienen? Hacienda ha identificado tres categorías:

- Deterioro financiero estructural. Se encuadran aquí los ayuntamientos con déficits recalcitrantes, que no han sido capaces de estabilizar sus cuentas después de cuatro años de ajustes, que están aún en peor situación que cuando empezó la crisis y que mantienen deudas con la Agencia Tributaria y con la Seguridad Social.

- Volumen excesivo de deudas con acreedores públicos. En este grupo figurarían las corporaciones locales que mantienen deudas con otros organismos públicos por un volumen superior al 30% de sus ingresos y a los que se están aplicando retenciones en la Participación de los Tributos del Estado (una de sus principales fuentes de financiación) por esta causa. Son en torno a un centenar.

- Impagos frente al Fondo de Proveedores. Aquí estarían los ayuntamientos que han satisfecho deudas pendientes por un volumen superior a un millón de euros con cargo al fondo de pago a proveedores y que no han cumplido con el pago de las primeras cuotas de los préstamos.

Según Hacienda, ese 15% de ayuntamientos que presenta una situación particularmente delicada incumple dos o tres de estas categorías.