El leve incremento registrado en el séptimo mes del año se debe principalmente a la subida de los precios de alimentación, alcohol y tabaco, que pasó desde el 0,9% al 1,4%. En concreto, la inflación de los alimentos frescos se disparó desde el 1,5% al 2,8%, mientras que la de los procesados, el alcohol y el tabaco se mantuvo estable en el 0,5%.
Por su parte, la tasa de inflación interanual del sector servicios se aceleró desde el 1,1% al 1,2%, mientras que la de los bienes industriales no energéticos se mantuvo sin cambio en el 0,4%.
Asimismo, Eurostat informa de que los precios de la energía ampliaron sus descensos en julio, ya que la tasa de inflación interanual se redujo desde el -6,4% hasta el -6,6%.
De este modo, la inflación subyacente, que excluye la volatilidad de la energía y los alimentos frescos, se mantuvo estable en el 0,8% por tercer mes consecutivo. En el caso de excluir únicamente el precio de la energía, la inflación de la eurozona subió un 1%, frente al 0,9% del mes anterior.
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