Ingenieros holandeses estudian el reflotamiento del carguero encallado

  • Tres ingenieros holandeses están evaluando la situación del carguero "Citadel", encallado desde el domingo en el río Guadalquivir a su paso por Trebujena (Cádiz) para confeccionar el plan de reflotamiento ante la complejidad de la actuación.

Cádiz, 14 ene.- Tres ingenieros holandeses están evaluando la situación del carguero "Citadel", encallado desde el domingo en el río Guadalquivir a su paso por Trebujena (Cádiz) para confeccionar el plan de reflotamiento ante la complejidad de la actuación.

Según ha informado a Efe la empresa Sevitrade, consignataria del buque, el armador tendrá que presentar hoy a la Capitanía Marítima sevillana, antes de las 17.00 horas, un plan para conseguir liberar al barco, que porta 5.300 toneladas de fertilizantes, y para ello está negociando con una empresa especializada en reflotar buques.

Una vez evaluado el plan presentado, Capitanía Marítima, que podrá hacer modificaciones, será la que finalmente autorice la operación, para lo que será necesario que transcurran al menos 24 horas, según la Dirección General de la Marina Mercante.

Precisamente, dos inspectores de la Capitanía Marítima de Sevilla, que subieron ayer a bordo del "Citadel", han podido comprobar que no existen daños estructurales en el barco y que la carga está estabilizada, aunque han prohibido expresamente al armador traspasar los fertilizantes a otro navío como en principio se barajó para facilitar el movimiento del carguero.

También han prohibido el cruce por la zona de otros cargueros cuando las condiciones de visibilidad no sean óptimas aunque, antes de iniciar el reflotamiento, se balizará la zona y se establecerán medidas de seguridad específicas.

La Marina Mercante ha abierto una investigación que será la que determine si hubo o no negligencia y, en caso afirmativo, si se abre un expediente sancionador.

Los primeros indicios apuntan a que el "Citadel", un carguero dedicado al transporte de mercancía a granel de 111 metros de eslora y más de seis metros de calado, se introdujo en un meandro del río debido a la espesa niebla que había en esos momentos a pesar de que llevaba a bordo a un práctico del puerto de Sevilla encargado de facilitar el acceso del barco.

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