El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha decretado prisión provisional para el fundador de Zed, Javier Pérez Dolset, detenido ayer junto a otras siete personas que el juez ha dejado en libertad.
García Castellón ha tomado esta decisión en consonancia con el criterio de la Fiscalía Anticorrupción, según han informado fuentes de la Audiencia Nacional.
Los ocho detenidos en esta operación centrada en el fraude de subvenciones de la tecnológica Zed Worldwide se han acogido a su derecho a no declarar.
Aparte del fundador de Zed, el resto de detenidos son su hermano Ignacio; Teófilo Redondo Pastor; José Manuel Sanchís Antolín; David Aitor Marrón Collados; Daniel Arteaga García; Juan Carlos Gonzálvez Cabañas y José Antonio Puértolas Montañés.Contactos políticos
Audiovisual Española 2000, la sociedad editora del diario La Razón, cobró 2,1 millones entre 2009 y 2013 por la supuesta intermediación de su presidente Mauricio Casals en favor de Zed, la tecnológica cuyo saqueo investiga la Audiencia Nacional.
Según denunció el presidente de esa compañía, Javier Pérez Dolset, a Anticorrupción, Casals habría influido a través de sus contactos políticos y con “presiones mediáticas intimidatorias” para que los ministerios de Economía e Industria concedieran créditos y subvenciones a esa empresa. Parte de ese dinero fue desviado por sus propietarios, los Pérez Dolset, a empresas controladas por ellos con lo que contribuyeron a su vaciado y posterior quiebra.
Entre las ayudas y subvenciones que consiguió Zed entre 2010 y 2015 con la supuesta ayuda de Casals (también consejero de Atresmedia) se encuentran cuatro convocatorias del programa Avanza y tres del de Acción Estratégica de Economía y Sociedad Digital de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, dependiente del Ministerio de Industria.
En total, las cantidades recibidas por Zed de ese departamento alcanzaron los 48,8 millones de euros entre subvenciones y créditos blandos. También constan tres programas de Economía por el que la compañía obtuvo 6,5 millones en ayudas. Otros 4,9 millones procedieron del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial, también dependiente de Economía, otros 7 millones de la Comunidad de Madrid y 1,1 de la Unión Europea.
Todo ello lo consiguió con falsos proyectos cuya ejecución se justificó ante esas administraciones de forma muy deficiente. Los investigadores han descubierto que en sus memorias aparecía personal que no había intervenido en ellos, otros que carecían de la cualificación necesaria, es decir, no eran informáticos especializados en este tipo de tareas.
Todos esos proyectos, que fiscalía considera “ficticios”, fueron creados por orden del presidente de Zed, Javier Pérez Dolset a varios directivos que se encargaban de “vestirlos tecnológicamente” para que encajasen en las convocatorias publicadas en el BOE.
En total las ayudas y créditos públicos recibidos superaron los 68 millones. A día de hoy, Zed mantiene una deuda con todas ellas de 28,4 millones.
Todas esas cantidades fueron al patrimonio de Zed que, según los investigadores, Javier Pérez Dolset intentó sacar de la compañía para tratar de evitar los efectos de su quiebra. Se trata de operaciones “para deslocalizar u ocultar fraudulentamente capitales” de la compañía a través de un entramado societario.
Entre las sociedades de Dolset se encuentra la panameña Panareal, que el presidente de Zed no ha declarado en España. Los investigadores creen que oculta un capital de más de cien millones de dólares procedentes supuestamente del desvío de fondos de Zed.
Esos fondos se sacaron de la compañía mediante contratos simulados de servicios como reparaciones, seguridad, limpieza, alquileres, energía…con empresas del entramado. Hasta alcanzar los 39,9 millones de euros entre 2011 y 2016.
También consta el pago de de los gastos de personal de otras sociedades controladas por Dolset (22 millones). Zed simulaba hacer trabajos para proyectos de esas firmas interpuestas, proyectos que, en muchos casos, habían sido subvencionados con las ayudas públicas conseguidas de forma engañosa.
En otros casos, el saqueo de Zed fue mucho más burdo. Pérez Dolset desvió fondos hacia Pure Action Sport Europe, la empresa de su esposa, mediante falsos contratos de patrocinio.
Entre 2012 y 2016, el presidente de la compañía sacó de esa manera 5,8 millones. “Este presunto apoderamiento de fondos agravó la mala situación financiera en la que ya se encontraba Zed y contribuyó de forma relevante al fracaso financiero de la misma”, mantiene Anticorrupción.
La despatrimonialización de la empresa también se llevó a cabo mediante facturas falsas a sociedades de otros directivos y familiares de Dolset.
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