Irán afirma que puede asegurar los petroleros que transportan crudo del país

Teherán, 8 jul.- Una agrupación de aseguradoras iraní afirmó hoy que es capaz de cubrir a todos los petroleros que transportan crudo del país, cuyos seguros fueron rescindidos por las compañías europeas debido al embargo petrolero impuesto a Irán por la Unión Europea desde el pasado día 1.

"No hay problema para asegurar los petroleros en el país", recalcó hoy Mohamad Reza Mohamadi Banaei, director general del Club de Indemnizaciones y Mutua de Protección Kish de Irán, en declaraciones recogidas por la televisión oficial en inglés, PressTV.

Mohamadi Banei dijo que su mutua cubre ya los seguros de varios petroleros que exportan crudo iraní y que en breve otros trece barcos estarán cubiertos por ellos.

A juicio de Banei, todos los petroleros iraníes que transportan crudo del país lo hacen con seguros locales.

Tras la entrada en vigor del embargo total de la UE al sector petrolero de Irán, las aseguradoras europeas tuvieron que rescindir sus pólizas a los petroleros que transportaran crudo iraní.

Esto obligó a que países como China y Japón, que están entre los principales clientes del petróleo de Irán, destinarán fondos públicos a cubrir esos seguros en sus propios países, mientras Corea del Sur anunció que debería dejar de importar crudo iraní.

Sin embargo, según informaciones difundidas por medios iraníes, Corea del Sur ha podido importar crudo iraní con "entrega a domicilio", con seguros formalizados por Irán en su mercado local y con descuentos.

El problema de los seguros a los buques petroleros, cuyas primas y posibles riesgos son altísimos y que suelen disponer de un reaseguro en mutuas, es uno de los principales problemas con que Irán se enfrenta para exportar su crudo debido a las sanciones de EEUU y la UE, destinadas a frenar el programa nuclear iraní.

Irán está sometido a sanciones de la ONU, de la UE, EEUU y otros países debido a que algunos gobiernos, con el de Washington a la cabeza, creen que el programa nuclear iraní tiene una vertiente armamentista destinada a fabricar bombas atómicas, lo que Teherán niega y afirma que es exclusivamente civil y pacífico.