Teherán.- La Fuerza naval iraní inició hoy una serie de maniobras bélicas en el estrecho de Ormuz con las que pretende mostrar su capacidad de defensa y maniobra en el mar de Omán y el océano Índico.
Los nuevos ejercicios se producen apenas diez días después de que la fuerza naval de la poderosa Guardia Revolucionaria iraní realizara una serie de prácticas similares en la misma zona y en plena escalada de la tensión con Estados Unidos a causa del controvertido programa iraní.
Bautizadas "Velayat 89", las maniobras iniciadas este miércoles se prolongarán una semana y durante las mismas está previsto que se prueben varios tipos de misiles, informó la prensa estatal.
El Almirante de la Armada iraní, Habibulah Sayari, explicó, por su parte, a la televisión nacional que los ejercicios "cubrirán 250.000 kilómetros cuadrados" y servirán para demostrar "la fuerza defensiva de su país".
A finales de abril, la Guardia Revolucionaria, cuerpo de elite de las Fuerzas Armadas iraníes, ya probó varios misiles en el golfo Pérsico, una zona de alto valor estratégico ya que por sus aguas transita cada año una quinta parte de la comercio mundial de energía fósil.
Durante las mismas, aviones S-27 iraníes se acercaron al portaaviones estadounidense USS Eisenhower, destacado en la zona, y tomaron diversas fotografías, confirmó el martes Sayari
El almirante no precisó el día exacto en el que ocurrió el incidente, y se limitó a subrayar que aviones de su país tipo S-27 cumplieron con "su deber y su derecho a identificar embarcaciones extranjeras en la zona".
El lunes, el secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates, advirtió de que Irán trata de retar el poder naval de su país en Oriente Medio.
El régimen iraní mantiene un enconado pulso con gran parte de la comunidad internacional, que le acusa de ocultar, bajo su programa nuclear civil, otro de naturaleza clandestina y ambiciones bélicas cuyo objetivo sería adquirir armas atómicas, alegación que Teherán rechaza.
El conflicto se ha agravado en los últimos meses, tras la decisión de Irán de poner trabas a un acuerdo de intercambio de combustible atómico propuesto por Rusia, Estados Unidos y el Reino Unido y su decisión de enriquecer por sus propios medios uranio al 20 por ciento.
Desde entonces, Estados Unidos, secundado por otros países como Francia o el Reino Unido, intenta consensuar una nueva batería de sanciones.
Israel, por su parte, es partidario de atacar a Irán para frenar su desarrollo nuclear.
El régimen iraní ha sugerido que si es atacado, trataría de cerrar el estrecho de Ormuz, paso clave en el comercio mundial de gas y petróleo.
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