Irlanda: del milagro económico al borde del precipicio

  • No hay mayor ángel caído en Europa que Irlanda. La economía que a golpe de especulación inmobiliaria, mano de obra barata y un impuesto de sociedades de saldo creó el mito del tigre celta hoy se desangra por el boquete abierto en su quebrado sector financiero.
E.Utrera

A Irlanda no le llega la camisa al cuello. La pequeña nación de apenas 70.000 kilómetros cuadrados que hasta 2007 presumía de ser la economía más vigorosa de Europa hoy se enfrenta al abismo.

Para comprender este brutal cambio de tornas, hay que echar la vista atrás y mirar un poco la historia reciente del país, ya que, en la última década del siglo pasado la economía rural irlandesa emprendió el viaje hacia la modernidad.

Gracias al efecto llamada de un impuesto sobre sociedades muy bajo –apenas el 12,5%, la mitad que en el resto de Europa- las multinacionales y más concretamente muchos grupos de tecnología vieron el Irlanda el nuevo Eldorado.

El país, de habla inglesa y a un paso del Reino Unido, se convertía en el destino perfecto para la inversión extranjera. Y también para la inmigración, que acudió al reclamo del fuerte crecimiento económico del país generando una gran bolsa de mano de obra barata.

Pero, en cuanto el entorno no ha acompañado, el pujante país ha demostrado tener los pies de barro. Fundamentalmente, en tres aspectos:

-La fiebre inmobiliaria termina en colapso. Hace 24 años, la renta per cápita irlandesa era de apenas dos tercios de la media europea. Pero a finales de siglo, ya superaba el 110%. Una sociedad que había dejado de ser el patito feo de Europa comenzó a comprar inmuebles como nunca en la historia del país.El resultado es que los precios de la vivienda subieron un 250% entre 1986 y 2006, antes del pinchazo de la burbuja inmobiliaria.

Hoy, el escenario es dantesco. Los precios han caído un 30% desde que empezó la crisis y hay 300.000 viviendas vacías en un país de apenas 4,5 millones de habitantes. Un colapso en toda regla que se ha llevado por delante al sector financiero nacional.La pérdida de los ingresos generados por el ladrillo ha impactado directamente en el bolsillo de los irlandeses. El salario de los funcionarios ha bajado hasta un 15% y las prestaciones por desempleo algo más del 4%.

-La banca, quebrada en bloque. El batacazo inmobiliario se ha llevado por delante la banca irlandesa –los promotores y constructores le adeudan más de 80.000 millones- , con su buque insignia Anglo Irish Bank (AIB) a la cabeza. La entidad, que con el comienzo del boom de la vivienda llegó a dar créditos a constructores y promotores equivalentes a la mitad del PIB de Irlanda es hoy la rémora número uno del país.

El caso es que el sistema financiero irlandés ha requerido un rescate entre 45.000 y 50.000 millones de euros -de los que AIB podría acumular unos 34.000 millones- que disparan el déficit del país en 2010 hasta el 32% del producto interior bruto (PIB). El año pasado el agujero era del 14,7%.

-La deuda, en la encrucijada. Las previsiones del Gobierno irlandés dicen que teniendo en cuenta que el PIB del país es de 166.000 millones y las ayudas a la banca podrían alcanzar los 50.000 millones, el porcentaje de deuda sobre el PIB podría dispararse este mismo año desde el 65,5% actual.

Financiar la deuda del país será un problema de primer orden para el país, pero no tanto como resolver el jeroglífico del sector financiero, en quiebra y en el que previsiblemente algunas entidades tendrán que ser liquidadas. Si se suman todas las ayudas recibidas por el sector financiero irlandés desde la Unión Europa, las cifras engordan hasta los 286.000 millones. Es decir, un 170% del PIB del país.

La situación idílica de hace cuatro años no puede ser hoy más desesperada. Se mire por donde se mire, el tigre celta tenía las pezuñas de barro.

Mostrar comentarios