Jerusalén, 2 jun.- Los consumidores israelíes pagan desde hoy un 18 por ciento de IVA, un punto porcentual más que en el último medio año, al entrar en vigor a medianoche una subida recibida con pequeñas manifestaciones en las principales ciudades.
El incremento, que se suma a otro (del 16 % al 17 %) adoptado el pasado septiembre, forma parte de un paquete de draconianas medidas decretado por el Gobierno de Benjamín Netanyahu para frenar el déficit público.
La decisión, que afecta por igual a todos los productos, menos a verduras, frutas y servicios turísticos a extranjeros, debería haber entrado ayer en vigor, pero se aplazó a esta medianoche para sortear el shabat, la jornada semanal de descanso en el judaísmo.
Ha provocado la subida de los precios de productos lácteos, que controla el Estado, y de la gasolina, que traslada también al consumidor el incremento del precio del crudo y la apreciación del shekel respecto al dólar.
La autoridad tributaria calcula en 4.400 millones de shekels (917 millones de euros o 1.192 millones de dólares) anuales la reducción del déficit público, definido como "monstruoso" por el ministro de Finanzas, Yair Lapid.
Anoche, pocas horas antes de la subida efectiva del impuesto, cientos de israelíes se manifestaron en las tres principales ciudades del país: Jerusalén, Tel Aviv y Haifa.
En Tel Aviv, unas cuatrocientas personas se congregaron en la plaza Habima con signos como "Bibi (Netanyahu) es bueno para los ricos", informa el diario "Yediot Aharonot".
Se trata de la tercera ocasión en la que el IVA alcanza el récord del 18 %, desde su introducción en 1976, al 8 %, porcentaje al que sólo se había recurrido para aumentar la recaudación en coyunturas difíciles y que se mantuvo dos años (1991-1993 y 2002-2004).
El Ministerio de Finanzas ya subió este impuesto el pasado septiembre, cuando pasó del 16 al 17 por ciento.
El Ejecutivo israelí, elegido en los comicios del pasado enero, debe aún pedir la aprobación del Parlamento a la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2013, que incluye fuertes recortes en todos los ministerios y una subida generalizada de impuestos a partir de 2014.
Debido a una desaceleración en la actividad económica motivada por la lenta recuperación en sus principales mercados de exportación, EEUU y la UE, Israel acumulará este año un déficit de alrededor de 30.000 millones de shékels (6.277 millones de euros o 8.124 millones de dólares).
A diferencia de otros impuestos y recortes, el IVA sólo requiere aprobación ministerial, por lo que el Gobierno le ha dado aplicación inmediata.
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