Italia afronta mañana una huelga contra el plan de ajuste de Berlusconi

  • Italia vivirá mañana una jornada marcada por la huelga convocada por el sindicato CGIL, el principal del país, contra el plan de ajuste presupuestario aprobado por el Gobierno de Silvio Berlusconi, el mismo día en que está previsto que el texto llegue al pleno del Senado para su discusión.

Roma, 5 sep.- Italia vivirá mañana una jornada marcada por la huelga convocada por el sindicato CGIL, el principal del país, contra el plan de ajuste presupuestario aprobado por el Gobierno de Silvio Berlusconi, el mismo día en que está previsto que el texto llegue al pleno del Senado para su discusión.

La huelga fue convocada el pasado 23 de agosto por la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), en contra de unas medidas que consideran que eliminan los derechos de los trabajadores y condenan al país "a la recesión económica y a la decadencia civil".

Según explicaron a Efe fuentes del sindicato, la idea es protestar ya no solo contra el último plan de ajuste de 45.500 millones de euros aprobado por el Gobierno el pasado 12 de agosto, sino también por el otro plan de austeridad ratificado por el Parlamento el 15 de julio.

El sindicato denuncia que con sus dos planes, Berlusconi ha "impuesto más tasas a los trabajadores y a los jubilados, ha recortado los servicios y la sanidad, sin garantizar el equilibrio de las cuentas públicas, ni favorecer el crecimiento y la ocupación".

Se han convocado parones de ocho horas por turno en todos los sectores, completando así la toda jornada laboral, explicó la CGIL, así como manifestaciones en más de cien ciudades italianas, entre ellas las más importantes del país como Roma, Milán, Nápoles y Turín.

Se esperan además que se registren importantes problemas en el sector de los transportes, debido a los paros, tanto entre los trabajadores del servicios de autobús y metro de las grandes ciudades, como en el tráfico ferroviario y aéreo.

La huelga coincidirá con la llegada del texto del plan de ajuste al Senado para su discusión y aprobación, que se espera para finales de esta semana, y que después deberá ser ratificado por la Cámara de los Diputados.

Desde que fuera aprobado en Consejo de Ministros el pasado 12 de agosto, el plan, que tiene como objetivo lograr el equilibrio presupuestario en 2013, ha sufrido significativas modificaciones en su contenido, aunque desde el Gobierno se ha insistido en que no se han modificado los saldos del mismo.

Entre las últimas modificaciones al texto, se incluye una enmienda que establece que el trabajador y la empresa podrán suscribir un contrato, que tendrá que ser también firmado por los representantes de los sindicatos más importantes a nivel territorial, que contradiga las disposiciones contenidas en los convenios colectivos nacionales.

La medida no ha gustado a los sindicatos, ya que, de ser aprobada, permitiría omitir en esos contratos lo establecido a nivel nacional, incluidas las protecciones contra el despido sin justificación.

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