Juan Cerezo: "Ramiro Pinilla es comparable a García Márquez o Faulkner"

  • Juan Cerezo, el editor de Tusquets, la editorial que en 2004 comenzó a publicar la primera parte de la trilogía de Pinilla, "Verdes Valles, Colinas Rojas", su obra sobre el pueblo vasco desde el siglo XIX hasta el XX a través de una saga, compara al escritor fallecido "con García Marquez o Faulkner".

Madrid, 23 oct.- Juan Cerezo, el editor de Tusquets, la editorial que en 2004 comenzó a publicar la primera parte de la trilogía de Pinilla, "Verdes Valles, Colinas Rojas", su obra sobre el pueblo vasco desde el siglo XIX hasta el XX a través de una saga, compara al escritor fallecido "con García Marquez o Faulkner".

"Ramiro era un escritor maravilloso -dice el editor a Efe-. Nos lo recomendó Fernando Aramburo porque nos dijo que era un autor que admiraba mucho desde su juventud, que había estado en silencio y que le hiciéramos caso. Nos mandó el manuscrito de "Verdes valles..." . 3.000 páginas que parecían monstruosas y nada más empezar a leerlo me cautivó".

El escritor vizcaíno con 80 años y tras un paréntesis de 30 sin publicar se lanzó otra vez al mundo con la trilogía: "La tierra convulsa", "Los cuerpos desnudos" y "Las cenizas del hierro", que enfrenta a varias sagas familiares y le reportó la admiración de publico y lectores y el Premio Nacional de Narrativa.

"Todavía me cuesta creer que ha muerto porque siempre le he visto con una tremenda vitalidad y tenía un gran vínculo afectivo con él. Fue un descubrimiento su saga. Es maravillosa. Cuando lo encontramos era escritor maduro y desconocido. El estuvo sin publicar casi 30 años porque quedó un poco desengañado".

"Pero fue un tiempo en el que hizo muchas cosas. Fue muy atrevido -relata el editor- y emprendedor. Creó la editorial 'Libropueblo' para vender los libros solo a precio de costo y eso fue un proyecto que le llevó a la ruina. Luego quiso vivir de su huerto y llegó a montar un negocio de gallinas. Tenía el orgullo del escritor que no quería ser engañado".

Ramiro Pinilla comenzó a escribir en 1960 con "Las ciegas hormigas", un libro que le reportó el premio Nadal, y un título que, en palabras de Cerezo, entronca con la ultima obra en la que estaba trabajando el escritor.

"Fui a visitarle al hospital y lo vi contento. Estaba bien y contento porque me dijo que ya tenía el final para su obra y que enfrentaba una escena con una de 'Las ciegas hormigas' y pensé: ¡mira cierra el ciclo como empezó!", concluye Cerezo.

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