La absorción de Cívica, la mayor de las tres compras lideradas por CaixaBank

  • La absorción de Banca Cívica constituye el mayor de los tres rescates protagonizados por el grupo La Caixa en el proceso de reordenación del sector financiero en España iniciado hace dos años, después de la adquisición de Caixa Girona y Bankpime.

Barcelona, 26 mar.- La absorción de Banca Cívica constituye el mayor de los tres rescates protagonizados por el grupo La Caixa en el proceso de reordenación del sector financiero en España iniciado hace dos años, después de la adquisición de Caixa Girona y Bankpime.

Banca Cívica, fruto de la fusión de Caja Navarra, CajaCanarias, Caja Burgos y Cajasol, no podía afrontar en un solo año el saneamiento de más de 2.000 millones que le exige la reforma financiera y estaba abocada por tanto a una fusión.

Pese a que el grupo presidido por Enrique Goñi y Antonio Pulido había manifestado públicamente que estaba negociando "con todos" una posible fusión, finalmente las previsiones se han cumplido y ha sido CaixaBank, el banco de La Caixa, el que se ha hecho con la entidad.

La entidad resultante de esta integración tendrá una capitalización bursátil de aproximadamente 13.700 millones de euros, en la que los accionistas de Banca Cívica tendrán prácticamente el 9%.

La absorción de Banca Cívica es la operación de mayor volumen que ha llevado a cabo La Caixa desde que se iniciara el proceso de reordenación del sistema bancario español y le permite situarse como la primera entidad financiera del país por tamaño, por delante del BBVA tras la reciente compra de la catalana Unnim.

Al cierre de 2011, CaixaBank contaba con unos activos totales de 270.425 millones, prácticamente el cuádruple que Banca Cívica, que alcanzaba los 72.193 millones.

La primera adquisición del grupo presidido Isidre Fainé fue una caja catalana, Caixa Girona, cuyo proceso de absorción culminó en noviembre de 2010.

Caixa Girona era entonces la octava caja catalana, con un volumen de activos de 7.814 millones de euros y unas 228 oficinas, con lo que la absorción fue sencilla para un grupo del tamaño de La Caixa.

También fue fácil de digerir el negocio bancario y la gestión de fondos de Bankpime, una operación por la que CaixaBank pagó 16 millones de euros.

Como en el caso de Caixa Girona, La Caixa aplicó su imagen a la emblemática oficina de Bankpime en la Diagonal y a las otras 19 sucursales de la entidad, que aportó 363 millones de cartera crediticia, 400 millones de la gestora de fondos y 436 millones en depósitos.

La integración de Banca Cívica, al estar compuesta por cuatro cajas, no será tan plácida, pero no planteará demasiados problemas a un grupo tan saneado como La Caixa.

La Caixa, cuyo origen se remonta a hace más de un siglo, como una entidad de origen asistencial, sin ánimo de lucro, ha transformado su estructura radicalmente en apenas un año y dos meses, al pasar de caja a banco, aunque el cambio no ha afectado a la obra social.

El 27 de enero de 2011 el grupo usó Criteria, la sociedad cotizada que aglutinaba sus participaciones industriales, para transformarla en CaixaBank, el banco a través del cual opera La Caixa de forma indirecta.

Después de reorganizar por completo la estructura del grupo, La Caixa pasó a controlar el 81,1% de CaixaBank, el 100% de la obra social y también el 100% de Criteria CaixaHolding, la filial no cotizada que aglutina el negocio inmobiliario y la mayoría de participaciones industriales.

CaixaBank empezó así su andadura sin inmuebles adjudicados, ya que los activos inmobiliarios más problemáticos y las participaciones en inmobiliarias se quedaron en la sociedad no cotizada.

Ahora, con la adquisición de Banca Cívica, la entidad catalana, además de dar entrada en su accionariado al banco surgido de la unión de Caja Navarra (CAN), CajaCanarias, Caja Burgos y Cajasol, se convierte, al menos por el momento, en la primera entidad financiera por activos en España.

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