La aeb advierte de que elevar los requerimientos de capital "puede dañar" la salida de la crisis


La Asociación Española de Banca (AEB) ha advertido de que el endurecimiento de los requisitos de capital que establecerá la nueva regulación de Basilea III que entrará en vigor en el año 2019 "puede dañar" la salida de la recuperación económica.
Así lo explicó el secretario general de la AEB, Pedro Pablo Villasante, durante su intervención en unas jornadas sobre Basilea III organizadas por "Unidad Editorial", quien contestó al Banco de España que "lo único que decimos es que tanto requerimiento puede dañar la salida de la recuperación económica".
Villasante arremetió contra la medida de Basilea III, defendida en este mismo foro por el Banco de España, que establece la necesidad de crear un colchón anticíclico para hacer frente a las nuevas crisis que puedan afectar a las entidades financieras a nivel mundial.
"No estamos de acuerdo y menos en España, porque pensar que subiendo capital se puede evitar una burbuja de crédito no es correcto. Hay otras herramientas, como subir tipos de interés o incrementar las reservas, pero no pedir más capital", apuntó Villasante.
En este sentido, insistió en que esta medida tampoco distingue entre entidades y "estamos propiciando el efecto manada de las entidades y estamos siendo procíclicos", que es lo contrario de lo que se persigue con esta norma.
Villasante se mostró muy crítico con los requerimientos de Basilea III e ironizó diciendo que "estamos debajo de la ola y no se nos ha llevado", si bien precisó que las entidades financieras españolas "estamos en condiciones de cumplirlo porque ya nos lo está pidiendo el mercado".
A diferencia de lo que ocurre en otros países, Villasante explicó que las entidades españolas "tenemos altos niveles de capital por nuestros propios medios y no nos han inyectado dinero público, como ocurre en algunos países que los bancos son filiales del Tesoro".
Por ello, el secretario general de la AEB sacó pecho por las entidades financieras españolas y dijo que "nosotros tenemos una dinámica de mercado y podemos seguir pagando dividendos porque estamos en beneficio y no detraemos capital".
Según el responsable de la patronal bancaria, el principal riesgo para las entidades financieras es la sobrerregulación que, a su juicio, se producirá con los nuevos requerimientos derivados de la aprobación de Basilea III.
MÁS SUPERVISIÓN, MENOS REGULACIÓN
Por su parte, el director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), José Antonio Olavarrieta, coincidió con su homólogo en la AEB, al entender que elevar la regulación para las entidades traerá algunos problemas.
"Creemos mucho más en la supervisión que en la regulación", afirmó Olavarrieta, quien advirtió de que estos requerimientos "van a incrementar el coste de hacer negocio y eso repercutirá en el cliente". También lanzó otra advertencia al decir que la limitación del crecimiento activo a las entidades "podría impactar en el volumen de la oferta crediticia".
Para Olavarrieta es fundamental que las reglas de Basilea III sean "diáfanas, transparentes e iguales" para todos y que "salgamos con 11 jugadores y con el mismo balón", porque de lo contrario "va a ser un problema".
En cualquier caso, el director general de la patronal de las cajas reconoció que las entidades financieras "van a superar esta situación". En el caso concreto de las cajas, Olavarrieta denunció que se diga que el proceso de reestructuraciones va lento, cuando en un año se ha pasado de 45 cajas a 18, mientras que en el año 1990 se tardó cuatro años en bajar de 87 a 50 el número de estas entidades.

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