La alemana Hochtief considera que puede hacerlo mejor sin la española ACS

Düsseldorf (Alemania).- El consejero delegado de la constructora alemana Hochtief, Herbert Lütkestratkötter, dijo que la empresa que preside puede hacerlo mejor sin ACS y por ello tratará de defenderse de la opa hostil que le ha lanzado la española.

Los consejos de administración y de vigilancia de Hochtief comentarán la opa de la española ACS cuando tengan el folleto y entonces harán una recomendación a sus accionistas, dijo Lütkestratkötter en la rueda de prensa de presentación de los resultados trimestrales y de la nueva estructura de la compañía.

"Cuando la oferta oficial haya sido publicada, el consejo de administración y el consejo de vigilancia de Hochtief comentarán el documento y harán una recomendación a los accionistas", en palabras de Lütkestratkötter.

Las autoridades alemanas de supervisión financiera (BaFin) ampliaron hasta hoy el plazo dado a ACS para presentar el folleto de la opa sobre Hotchief, ya que la empresa española quiere llevar a cabo una ampliación de capital para costear la adquisición.

A partir de hoy BaFin tiene quince días laborables (incluyen los sábados) para estudiar la oferta de ACS y decidir si la aprueba.

El consejero delegado de Hochtief aseguró que actualmente no mantiene conversaciones con ACS (Actividades de Construcción y Servicios) y rehusó comentar la estrategia para defenderse de la opa.

En este sentido, Lütkestratkötter sólo dijo que "estamos presentes en muchos países y es conocido que somos socios sólidos buenos".

Al igual que ACS, Hochtief también persigue una estrategia de expansión en el extranjero "pero con una diferencia, que la mayor parte de las veces nosotros ya estamos ahí", dijo Lütkestratkötter.

Hasta ahora se conoce que Hochtief ha mantenido contactos con el Emirato de Qatar, región en la que se ha adjudicado algunos contratos en el pasado.

ACS, que ya tiene un 30 por ciento en la compañía germana, quiere hacerse con una participación del 50 por ciento en Hochtief mediante un canje de títulos, en la proporción de ocho de ACS por cinco de Hotchief.

La empresa alemana ha intentado también, hasta ahora sin éxito, que las autoridades australianas obliguen a ACS a lanzar una opa también por su filial australiana Leighton, lo que dificultaría la oferta ya que la encarecería mucho dado que esta última tiene una capitalización de bursátil de unos 7.200 millones de euros.

Hochtief ganó hasta septiembre 142,7 millones de euros, un 17,3 por ciento más que en los mismos meses de 2009.

La cartera de nuevos pedidos aumentó en el mismo periodo un 11,6 por ciento, hasta 19.330 millones de euros.

Con una capitalización bursátil de sólo 4.420 millones de euros, la mayor parte de ellos por su rentable participación de casi el 55 por ciento en la australiana Leighton, Hochtief tiene una débil posición en el mercado.

Para incrementar su rentabilidad, Hochtief se quiere desprender parcialmente o por completo de su división de infraestructuras Hochtief Concessions y contempla también su salida a bolsa, lo que ya tendría un notable efecto positivo en los resultados del próximo año.

La constructora alemana canceló en 2009 la salida a bolsa de Hochtief Concessions porque las condiciones de mercado eran desfavorables.

Hochtief va a llevar a cabo una reestructuración en Europa, mediante la que va a fusionar a partir del 1 de enero de 2011 las actividades europeas, la división inmobiliaria y los servicios con el fin de reducir costes anuales de 40 millones de euros.

Las divisiones Hochtief Europa, Hochtief Real Estate y Hochtief Services se fusionarán en una nueva división en Europa, que ofrecerá soluciones de infraestructura, energía y propiedad en el mercado europeo y en Oriente Medio.

Hochtief va a organizar su estructura por regiones: Hochtief América, Hochtief Asia y el Pacífico y Hochtief Europa, a las que se suma la división Hochtief Concessions.

Además, Hochtief quiere expandirse en mercados de crecimiento el próximo año como la energía eólica y en regiones como la India, donde ya tiene una sociedad riesgo compartido.

Arantxa Iñiguez