La bajada del euro y el petróleo beneficia a España

    • El abaratamiento de la moneda única impulsará las exportaciones de España fuera de la debilitada zona euro.
    • El recorte el precio del petróleo en apenas dos meses alcanza ya el 12% y tendrá una enorme repercusión en las partidas de gasto del Estado.
El euro cae hasta los 1,3230 dólares
El euro cae hasta los 1,3230 dólares

La economía española ha crecido un 0,6% en el segundo trimestre del año. Se trata de una subida discreta –siempre en el contexto de recuperación lenta pero sostenida de los últimos trimestres- que sin embargo brilla mucho en comparación con el desempeño de las grandes economías europeas, que han pinchado en hueso. La alemana ha retrocedido un 0,2%, la francesa sigue estancada y la italiana está técnicamente en recesión.

Son muchas las voces que alertan de las dificultades que tendrá España para seguir creciendo en un momento de enorme debilidad en el Viejo Continente. El pinchazo de las exportaciones, que no pueden mantener el intenso crecimiento de los últimos trimestres, supone un importante desequilibrio para las cuentas públicas del país, que ve como el consumo privado ha tomado el relevo durante 2014.

Para muchos economistas, el sector exterior debe seguir teniendo un peso mayor, con crecimientos anuales entre el 3% y el 4%. Pero en las últimas semanas dos factores se están sumando para dar un empujón al todavía incipiente y frágil proceso de recuperación del país: la caída del tipo de cambio del euro frente al dólar hasta los niveles más bajos de los últimos doce meses y el retroceso del precio del petróleo.

La moneda única se está resintiendo por la debilidad de la economía europea. Se da la paradoja que una mala noticia puede espolear a España. ¿Por qué? Hace apenas tres meses, el euro cotizaba a 1,39 dólares y marcaba sus niveles más altos del año. Ahora, ha descendido por debajo de los 1,33 frente al billete verde. Una noticia excelente para las empresas españolas y, en general, para la economía nacional.

El abaratamiento del euro supone que las empresas exportadoras pueden vender sus productos a un precio más competitivo y evita que las compañías tengan que apretarse más el cinturón –ya han realizado un gran esfuerzo durante la crisis- para poder colocar sus mercancías a los mismos niveles que sus competidores. Precisamente la subida del euro hasta tocar techo en mayo ha provocado una rebaja significativa de las exportaciones fuera de la zona euro.

Las compañías han dirigido la mayor cantidad de exportaciones posibles a la zona euro, donde la desventaja con los competidores se neutraliza. Que el euro se consolide en los niveles actuales es clave en un momento de debilidad económica en la zona euro, con las tres principales economías del área en un momento delicado, una vez abortada la recuperación esperada en la región.El petróleo da un balón de oxígeno

No hay mayor amenaza para la economía mundial que un rally del precio del petróleo. Máxime si, como en el caso de España, el oro negro supone el 18% de las importaciones. Una factura extraordinaria que ponía en jaque la aún débil recuperación de España cuando hace poco más de dos meses el barril de brent superaba los 115 dólares.

Desde entonces, el precio no ha hecho más que bajar hasta niveles de 100 dólares, por debajo del cambio medio del año, de 108 dólares que es muy similar a la del mismo período del año anterior. Por lo tanto, se ha producido una regresión hasta los niveles de hace doce meses que es un extraordinario alivio para las cuentas de España.

España cuenta con índice de dependencia energética que históricamente se sitúa alrededor del 80%. Dicho de otra forma, el país asiste impotente a los movimientos alcista del precio del pétroleo, que hace poco más de 10 años tenía un coste de 25 euros por barril y que ahora –tras una corrección superior al 10%- vale exactamente cuatro veces más.

Al nivel de dependencia le puso cifras el ex ministro Miguel Sebastián: "Por cada 10 euros que sube el precio del barril de petróleo, España paga 6.000 millones de euros más al tener que importar prácticamente todo el crudo que consume". Unas cifras disparatadas para un país que tiene que hacen encaje de bolillos para cuadrar sus cuentas públicas.

Con una factura anual en hidrocarburos de unos 45.000 millones de euros anuales, la caída del precio del petróleo en las últimas jornadas en un enorme soplo de aire fresco, también para los ciudadanos, que han visto como la corrección –aunque en una proporción muy inferior al recorte real de la cotización- se traslada también al precio de los carburantes. Desde que empezó la caída del oro negro, el litro de gasolina de 95 octanos se ha abaratado algo más de un 3%, mientras que el de gasóleo lo ha hecho cerca del 2%.

En unos niveles alrededor de los 100 dólares por barril, el precio de crudo está pagando en las últimas semanas la posible desaceleración de la demanda de China, el aumento de los suministros en la cuenca del Atlántico, la rebaja de la tensión en Oriente Medio y la debilidad del crecimiento en Europa.

Incluso, la caída del precio ha despertado rumores sobre la posibilidad de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo pueda reconsiderar una reducción de la producción.

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