La banca española, todo un año preparándose para "desnudarse" ante Europa

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Ana López Álvarez-Quiñones.

Madrid, 10 dic.- La banca española se ha preparado durante todo 2013 para los grandes retos que tendrá que afrontar el próximo año, entre ellos las nuevas pruebas de estrés por mandato europeo, cerrar la reestructuración del sector y, lo más difícil, la reactivación del crédito.

Para que esto último sea una realidad, según expertos consultados por Efe, la economía española tendría que crecer en 2014 más de lo previsto por el Gobierno, que espera un avance del 0,7 % después de la caída próxima al 1,3 % con que cerrará el presente ejercicio.

En opinión del profesor de ICADE Business School José Carlos Díez, es difícil que el crédito fluya en 2014 porque antes tiene que crecer la economía y, para que esto ocurra, las empresas tienen que reducir su deuda, mejorar su rentabilidad, los salarios subir y la banca terminar de sanearse.

"Aún hay trabajo por hacer", pero los expertos coinciden en que la banca española puede afrontar "con confianza" 2014, tras el enorme esfuerzo en provisiones hecho en los últimos ejercicios.

También pueden estar satisfechas las entidades españolas por el final del programa de asistencia europea, decidido a mediados de noviembre por los ministros de Finanzas de la zona del euro.

El socio responsable del Sector Financiero de KPMG en España, Francisco Uría, cree que la banca logrará consolidar en 2014 la mejora de su imagen internacional gracias a los buenos resultados que obtendrá en las futuras pruebas europeas, previas al arranque de la nueva supervisión única, en noviembre de 2014.

"Mientras tanto, las entidades no podrán descuidar su negocio, en un entorno que seguirá siendo exigente" por la persistencia de la crisis económica, el elevado desempleo y los bajos tipos de interés, que presionarán el margen financiero, por lo que otro de los grandes retos que afrontarán será "la rentabilidad", explica Uría.

El nuevo examen que tendrán que hacer las entidades europeas consta de tres partes, la identificación de los riesgos, la revisión de la calidad de sus activos (AQR por sus siglas en inglés) y los nuevos test de resistencia que se harán en torno al mes de octubre.

Es en esta última parte de la prueba donde, según Díez, vendrá el problema para la banca española ya que, a su juicio, las entidades que "suspendieron" el anterior test volverán a tener dificultades, al resentirse aún más sus balances en un escenario que será peor.

Por el contrario, la socia del área de Banca de Analistas Financieros Internacionales (AFI) Paula Papp considera que la banca española superará con éxito estas nuevas pruebas porque ahora está mucho mejor preparada que cuando se enfrentó a las últimas, que ya fueron "muy duras", y desde entonces "han hecho los deberes".

Un ejemplo de ello es el esfuerzo hecho para reclasificar los créditos refinanciados, lo que elevó la cartera dudosa el 29 % hasta septiembre, según el Banco de España.

Esto se traduce en que las entidades deberán realizar unas provisiones adicionales de unos 5.000 millones, aunque serán perfectamente "asumibles" en las cuentas de pérdidas y ganancias.

También se despejó recientemente otra de las grandes incógnitas que tenía en vilo a los bancos, el reconocimiento por parte del Gobierno de unos 30.000 millones en créditos fiscales, que ahora podrán contar como capital.

Las entidades también se han dedicado en la última parte del año a vender sus filiales inmobiliarias sobre todo a fondos extranjeros, que empezaron a planear sobre España avanzado 2013 atraídos por los bajos precios y el interés de la banca de desprenderse de activos.

Algunos ejemplos recientes son el Banco Santander, que acordó la venta de su inmobiliaria Altamira al fondo estadounidense Apollo por unos 700 millones; el Banco Popular, que hizo lo mismo con Aliseda por unos 800 millones a las firmas estadounidenses Värde Partners y Kennedy Wilson.

En resumen, para el director de inversiones de ATL Capital, Ignacio Cantos, la banca española afronta en 2014 un ejercicio "de consolidación", en el que debería hacer "menos provisiones para la mora" y podría comenzar "a revertir el proceso", por lo que mostró "cierta esperanza", sin olvidar que la situación "sigue siendo complicada" y que la recuperación "es muy tibia".

Por su parte, el estratega jefe de Citi en España, José Luis Martínez Campuzano, explicó que, a su juicio, los retos que tiene el sector por delante pasan por "seguir reforzando el balance en un entorno macroeconómico que seguirá siendo difícil", aunque no tan complicado como el de los últimos tres años.

En definitiva, este experto considera que la banca tiene que "ajustar más sus activos actuales para dejar sitio al crédito productivo", al mismo tiempo que absorber la más que probable subida adicional de la morosidad, y todo ello mientras se combate la dificultad en la financiación al por mayor. EFE

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