La banca lusa pasa en un año de beneficios récord a pérdidas históricas

  • Pese a carecer de problemas de activos tóxicos o "burbuja" inmobiliaria, la banca lusa ha pasado, en apenas un año, de beneficios récord de mil millones de euros a pérdidas históricas que incluso superan las ganancias del pasado ejercicio.

Oscar Tomasi

Lisboa, 4 feb.- Pese a carecer de problemas de activos tóxicos o "burbuja" inmobiliaria, la banca lusa ha pasado, en apenas un año, de beneficios récord de mil millones de euros a pérdidas históricas que incluso superan las ganancias del pasado ejercicio.

La exposición a la deuda de Grecia y Portugal, la obligación de aumentar sus provisiones y la transferencia al Estado de parte de sus fondos de pensiones han abocado a la banca lusa a presentar resultados negativos, aunque en contrapartida ha logrado mejorar sus ratios de solvencia.

El Banco Espirito Santo (BES), el Banco Comercial Portugués (BCP) y el Banco Portugués de Inversión (BPI), las tres entidades financieras que cotizan en Bolsa más importantes del país, anunciaron esta semana unas pérdidas de 1.100 millones de euros.

En opinión de algunos analistas, la banca lusa paga ahora su costumbre de presentar beneficios muy elevados para distribuir mayores dividendos e intentar aumentar el interés por sus acciones para frenar la caída en Bolsa, donde el precio de sus títulos ha bajado en dos años entre un 66 y un 78 % en estas tres entidades.

En el fondo de la cuestión, asoma de nuevo la llamada crisis de la deuda soberana, que llevó a Portugal a recurrir al rescate el año pasado y dificulta a las entidades acceder al mercado para financiarse, lo cual las convierte en dependientes de los préstamos del Banco Central Europeo.

Además, la exposición a deuda soberana de la banca se contabiliza ahora a valor nominal pero debe comenzar a aparecer en las cuentas a precios de mercado a partir del próximo junio, un cambio que de ejecutarse hoy, supondría que esos mismos títulos valen la mitad que cuando se compraron.

"No tengo ningún orgullo por haber decidido comprar deuda griega en aquel momento. Con la información que teníamos, creímos que esa decisión no tenía el riesgo que ha acabado teniendo. Fue un error", reconoció el presidente del BPI, Fernando Ulrich, al presentar los resultados de 2011.

Para reforzarse, la banca lusa ha presentado ya sus planes de recapitalización.

El BCP ha sido el primero en anunciar que recurrirá a fondos públicos, procedentes de los 12.000 millones de euros reservados para las entidades financieras en el rescate de Portugal, de 78.000 millones de euros en total.

Precisamente el BCP resultó el peor parado de los tres, con pérdidas por valor de 786 millones de euros que contrastan con los 344 millones de euros de beneficio de 2010.

Sólo el reconocimiento contable de las pérdidas sufridas por el deterioro de los títulos de deuda pública griega y portuguesa suma casi 450 millones de euros, a los que se agrega un incremento de las provisiones -cantidad exigida a los bancos en función del riesgo de sus créditos- por 270 millones de euros.

La transferencia de fondos de pensiones al Estado para mejorar sus ingresos y ayudar a cerrar el año con el déficit público por debajo del 5,9 % del PIB -acordada con toda la banca-, le ha quitado al sector 117 millones de euros en activos.

El BPI registró unas pérdidas de 204 millones de euros, lejos de los 184 millones de beneficios que presentaba hace justo un año, de los que 339 millones son imputables a la crisis griega y 71 al fondo de pensiones.

El BES, que reforzó sus provisiones en 848 millones, cerró 2011 con otro resultado negativo de 109 millones frente a los 510 de ganancia hace doce meses.

El esfuerzo por mejorar sus índices de solvencia, común a las tres entidades, les permitió presentar a todas un Core Tier 1 superior al 9 %, como exigirá Europa a partir de junio.

Otro de los grandes bancos portugueses, el Santander Totta (filial de la entidad española que no cotiza en Bolsa de forma independiente), anunció ayer beneficios de 64 millones de euros, un dato positivo pero que no esconde una caída del 85 % respecto a 2010.

Mostrar comentarios