La guerra de los depósitos aspira a llevar a las arcas de los bancos y cajas de ahorros que han iniciado la ofensiva al menos 10.000 millones de euros en las próximas semanas. Esta cifra, que es una estimación conservadora, es la misma que perdieron a lo largo del año pasado los fondos de inversión ultraconservadores: monetarios y de renta fija a corto plazo.
La batalla por captar el ahorro de los españoles se libra en dos frentes. El primero consiste en convencer a los inversores con más aversión al riesgo de que cambien sus posiciones en fondos de inversión muy conservadores por depósitos de alta rentabilidad. El segundo pone a competir directamente al sistema financiero. Es decir, que las entidades se pelean por el ahorro de sus rivales directos.
La ofensiva que una decena de bancos y cajas han iniciado en abril está provocando una vuelta de tuerca más en el ya de por sí tocado patrimonio de los fondos más conservadores. Sólo entre enero y febrero los bancos han captado 7.000 millones de euros más en depósitos, mientras que los fondos más conservadores han perdido 5.500 millones en el cierre del primer trimestre.
Ahora, la mejora de las rentabilidades hasta un máximo del 4% supone que los bancos aspiran a captar a corto plazo al menos unos 10.000 millones de euros. La cifra es equivalente al patrimonio que perdieron los fondos monetarios y los de renta fija a corto plazo a lo largo de todo año pasado.
“Es una estimación conservadora porque el repunte de las rentabilidades es tan alto que puede provocar un auténtico éxodo desde los fondos hacia los depósitos. Además, la mayoría de las ofertas acaban de arrancar y aunque nadie ha hecho públicos sus objetivos de captación, hay ofertas muy agresivas de las entidades que a su vez más fondos de inversión gestionan por lo que el trasvase será más natural”, aseguran en un banco mediano español.
Efectivamente, las cinco mayores entidades financieras del país se han metido de lleno en una batalla que el año pasado libraron fundamentalmente las cajas de ahorros. En los dos últimos ejercicios, estas últimas han elevado su cifra de depósitos en más de 68.000 millones frente a los poco más de 37.000 de los bancos. Ahora, los tres mayores bancos –Santander y sus filiales Banesto y Banif, BBVA y Popular- han entrado de lleno en la batalla.
Los dos grandes, junto a las dos mayores cajas –La Caixa y Caja Madrid-, la CAM y Banco Sabadell ofrecen rentabilidades de hasta el 4% a un plazo de un año.
Rentabilidades muy tentadoras
Un porcentaje que hace palidecer los rendimientos de los fondos más conservadores. Según datos de la patronal Inverco, a un año la rentabilidad media de los fondos monetarios –de dinero, que invierten en renta fija a muy corto plazo, sin riesgo- es del 0,97%, a tres años alcanza el 2,03% y hay que remontarse a un plazo de 19 años para encontrar rentabilidades superiores al 4% que ofrecen hoy los mejores depósitos.
Lo mismo ocurre con los fondos de renta fija a corto plazo. Sólo al cabo de diez años es posible acumular ganancias del 2%. Pero no es oro todo lo que reluce. A cambio de un 4%, bancos y cajas están exigiendo a los nuevos clientes mucho más que dinero nuevo con escasas excepciones como Banesto o La Caixa. Domiciliar la nómina, la pensión o la prestación por desempleo, hacer un gasto mínimo con tarjetas, compras acciones en bolsa, contratar planes de pensiones o seguros son algunas de las condiciones que exigen bancos y cajas de ahorros.
Unas exigencias que tienen que ver con el tremendo diferencial de las ofertas al 4% con el precio oficial del dinero, al 1%, o el tipo del Euribor, que ayer se situó en el 1,226%.
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