La banca se enfrenta a un futuro "desafiante" pero con grandes oportunidades

  • El sistema financiero español se enfrenta a un futuro "desafiante", pero que presenta grandes oportunidades para aquellas entidades que sean capaces de adaptarse mejor a los cambios venideros.

Madrid, 15 feb.- El sistema financiero español se enfrenta a un futuro "desafiante", pero que presenta grandes oportunidades para aquellas entidades que sean capaces de adaptarse mejor a los cambios venideros.

Esta es una de las principales conclusiones que se desprende de un artículo elaborado por Santiago Fernández de Lis y Ana Rubio, de BBVA Research, que se incluye en el nuevo monográfico elaborado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE) titulado "La banca ante el siglo XXI".

Según se explica en el citado artículo titulado "Tendencias a medio plazo en la banca española", el futuro entorno en el que el sector financiero desarrollará su actividad no tendrá unas condiciones tan benignas como lo eran antes de la crisis, ni tan extremas como lo son en la actualidad.

Además, el sector bancario será "más pequeño y concentrado", pero con más competencia por la integración europea, añade el informe, que asegura que para los clientes este hecho no es una ventaja, por cuanto la oferta de productos y servicios debe mejorar".

De la misma manera, los dos autores del artículo estiman que la banca será más minorista en el futuro, y los servicios de banca e inversión se ofrecerán en buena medida desde entidades que no serán bancos.

Además, los bancos, tradicionalmente muy regulados, lo estarán aún más, y es que a pesar de los esfuerzos de los foros internacionales, la regulación estará posiblemente menos armonizada, con un posible coste en términos de trabas a la libre provisión de servicios financieros y menos eficiencia en el uso internacional de capital.

En esta línea el estudio añade que el entorno de rentabilidad será más exigente para la banca, en tanto que los autores consideran que tras la crisis, existe una parte muy importante del sector financiero que está en manos públicas o semipúblicas, sobre todo en Europa, lo que supone "un riesgo para la eficiencia y la competencia equilibrada".

Tanto Fernández de Lis como Rubio también prevén que las entidades que ya han emprendido su expansión están mejor posicionadas para el futuro, y que la tecnología abrirá posibilidades enormes de ganancias de eficiencia.

De la misma manera, en otro artículo publicado en la nueva revista del IEE, el socio responsable del sector financiero de KPMG en España, Francisco Uría, califica de "buena" noticia la unión bancaria alcanzada en Europa.

No obstante, ha precisado que el mecanismo único de supervisión tendrá éxito o no en función del grado de armonización efectiva que pueda producirse de la regulación bancaria, y "en este terreno, queda todavía mucho por hacer".

"La nueva supervisión nace con un alcance limitado a la eurozona, lo que exigiría a la Autoridad Bancaria Europea (EBA) y al Banco Central Europeo (BCE) una cooperación tan constante como generosa, a fin de que el mecanismo de supervisión no termine por convertirse en una amenaza para el mercado interior de servicios financieros a nivel de toda la UE", añade.

"El avance en el área de supervisión queda parcialmente oscurecido por la incapacidad europea para llegar a un acuerdo político sobre un mecanismo único de resolución, de modo que está continuará descansando en las respectivas autoridades nacionales de resolución, sus capacidades efectivas y sus habilidades para cooperar entre ellas, hasta ahora inédita", insiste.

En el año 2014, nacerá por tanto, una unión bancaria "limitada e incompleta que haríamos bien en completar lo antes posible", concluye.

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