Sao Paulo, 21 jun.- La bolsa de Sao Paulo perdió hoy un 2,4 % y su índice Ibovespa cerró en los 47.056 puntos, el mismo nivel que tenía en abril de 2009, resentida otra vez por el temor a que se recorten los estímulos a la economía en Estados Unidos.
Con ese resultado, el mercado paulista acumuló una caída del 4,61 % en los últimos cinco días, que es del 22,8 % en lo que va del año, y cerró en números rojos por cuarta semana consecutiva.
Según analistas, la presión que ejerce sobre los mercados la posibilidad de que se recorte el estímulo monetario a la economía de EE.UU. volvió a reflejarse hoy y atemorizó a los inversores, que están preocupados con el impacto que pueda tener esa medida en la economía brasileña.
La ligera reacción que tuvo hoy el mercado de Wall Strett, cuyo índice Dow Jones cerró con un ascenso del 0,28 %, no bastó para inyectar ánimo en la bolsa paulista, que también está preocupada por la depreciación del real frente al dólar, aunque hoy hubo una pequeña recuperación.
En el mercado cambiario comercial, la moneda brasileña subió hoy un 0,62 % frente al dólar, que cerró negociado a 2,242 reales para la compra y a 2,244 reales para la venta.
Sin embargo, esta semana el real acumuló una depreciación del 4,49 %, que ya es del 9,59 % desde enero pasado, lo cual puede presionar la tasa de inflación, que fue en los primeros cinco meses del año del 2,88 %, puesto que la caída del valor de la moneda encarece las importaciones.
En la bolsa paulista se registraron 1.345.177 operaciones por un valor de 10.479 millones de reales (unos 4.678 millones de dólares).
La lista de ganancias la lideraron los papeles ordinarios de la inmobiliaria BR Properties, que subieron un 3,81 %, seguidas por las acciones del mismo tipo de la telefónica Cielo, que ganaron 3,24 %.
En sentido contrario se movieron los papeles preferenciales de la Compañía Paranaense de Energía (Copel), que se derrumbaron un 16,88 % tras la negativa de las autoridades del sureño estado de Paraná a aceptar un ajuste de las tarifas de electricidad.
En la lista de pérdidas también figuraron las acciones de la empresas LLX y MMX Minería, ambas propiedad del magnate Eike Batista, propietario de un importante conglomerado que enfrenta serias dificultades financieras.
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