Ya ha terminado el segundo mes del año y el balance no ha sido muy favorable para la bolsa española: ha cerrado febrero con caídas del 0,5%y en los 8.465,90 puntos.
Nunca es un buen síntoma registrar números negativos, pero, si tenemos en cuenta todo lo que ha pasado en las últimas semanas, podemos decir que el resultado no es tan malo como parece a simple vista.
En este tiempo, el Gobierno español ha anunciado dos reformas de peso en nuestra economía (la del sistema financiero y la del mercado de trabajo). Además, España ha decidido levantar el veto a los especuladores para que éstos operen cuando y como quieran sobre los valores financieros.
Por no hablar de que las agencias de ratings han seguido recortando calificaciones, Grecia ha tenido en vilo a los inversores y se ha demostrado que muchos países de la eurozona están al borde de la recesión.
Sin embargo, no podemos olvidar que, en el conjunto del mes, el principal indicador de nuestro mercado ha perdido posiciones, y hasta los 8.500 puntos: un soporte clave según los expertos. Además, estos niveles profundizan la caída que acumula el selectivo en lo que llevamos de año, que ya ronda el 1,2%.
La culpa la tiene la jornada de hoy, en la que los inversores no han sabido apreciar las dos grandes noticias del dia: el fuerte crecimiento de la economía de Estados Unidos en la recta final de 2011 y la subasta multimillonaria que ha realizado el BCE. En ella, la autoridad monetaria ha prestado más de medio billón de euros a 800 bancos de la eurozona.
En cambio, donde sí han impactado estas noticias es en el mercado de deuda. Prueba de ello es que el interés del bono español a diez años ha despedido febrero por debajo del 5%, en tanto que la prima de riesgo de España (que es la diferencia entre la rentabilidad del bono español y su homólogo alemán) ha acado en los 317 puntos básicos.
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