La Caja Rural de Canarias rechaza unirse con la tinerfeña Cajasiete

  • El consejo rector de la Caja Rural de Canarias ha decidido hoy rechazar su fusión con la tinerfeña Cajasiete, con lo que cierra la puerta a la creación de la gran cooperativa de crédito estrechamente vinculada al archipiélago a la que aspiraba el Gobierno de esta comunidad autónoma.

Madrid, 25 ago.- El consejo rector de la Caja Rural de Canarias ha decidido hoy rechazar su fusión con la tinerfeña Cajasiete, con lo que cierra la puerta a la creación de la gran cooperativa de crédito estrechamente vinculada al archipiélago a la que aspiraba el Gobierno de esta comunidad autónoma.

Según han informado a Efe fuentes financieras, en una reunión celebrada esta tarde siete de los trece miembros del consejo rector de la Caja Rural de Canarias, con sede en Las Palmas de Gran Canaria, votaron en contra de la unión de esta entidad con Cajasiete.

Los seis consejeros de la caja grancanaria partidarios de que las dos cooperativas regionales se unieran se encontraron con el voto en contra de siete de sus compañeros, entre ellos el director general de la Caja Rural de Canarias, José Luis Ramírez, quien defiende con ahínco una alianza con la almeriense Cajamar.

Con la decisión de hoy, el Gobierno de Canarias, presidido por el nacionalista Paulino Rivero, ve frustrada la posibilidad de crear una gran cooperativa en las islas tras fomentar durante los últimos meses contactos entre ambas entidades una vez que las cajas de ahorros canarias se integraran en grupos liderados por entidades de fuera de la región.

La Caja de Canarias forma parte de Bankia, junto a Caja Madrid, Bancaja y otras cuatro entidades de menor tamaño, mientras que CajaCanarias se unió a Banca Cívica junto con Caja Navarra, Cajasol y Caja Burgos.

Fuentes conocedoras de las negociaciones entre el Gobierno de Canarias y las dos entidades rurales aseguraron que Cajasiete fue desde el primer momento la "más partidaria" de la fusión, mientras que las reticencias vinieron por parte de la Caja Rural de Canarias, "seducida" por la idea de unirse a Cajamar, un grupo de mayor tamaño.

En los últimos días se ha especulado que la unión de las dos cooperativas canarias supondría el cierre de varias sucursales y el despido de casi un centenar de empleados, mientras que los partidarios de la operación negaban que fuese necesario tal recorte de plantilla y destacaban el mayor protagonismo que podría tener la nueva entidad en el archipiélago.

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