La Casa Blanca no decidirá sobre el oleoducto Keystone hasta revisar estudio

  • La Casa Blanca no decidirá si aprueba la construcción del oleoducto Keystone XL hasta revisar "cuidadosamente" el informe del Departamento de Estados Unidos publicado ayer, que considera "improbable" que este proyecto tenga un impacto climático grave, a pesar de ser muy criticado por los ecologistas.

Washington, 1 feb.- La Casa Blanca no decidirá si aprueba la construcción del oleoducto Keystone XL hasta revisar "cuidadosamente" el informe del Departamento de Estados Unidos publicado ayer, que considera "improbable" que este proyecto tenga un impacto climático grave, a pesar de ser muy criticado por los ecologistas.

"La decisión sobre si el proyecto es de interés nacional sólo se tomará tras una cuidadosa revisión del estudio y de otra información pertinente, como la opinión pública y los puntos de vista de otras agencias", dijo el portavoz de la Casa Blanca Matt Lehrich.

La Administración Obama no tiene por tanto una fecha prevista para tomar la decisión sobre el polémico oleoducto y sólo ha explicado que la revisión del estudio medioambiental se llevará a cabo durante "las próximas semanas".

El Gobierno de Obama recibe presiones desde hace años por parte del Ejecutivo canadiense para que apruebe la construcción del oleoducto -la empresa encargada de construirlo sería la canadiense TransCanada-, en favor de la industria petrolera y por sectores empresariales.

Pero también hay fuertes denuncias por parte de ecologistas y asociaciones civiles que se oponen al proyecto.

El Departamento de Estado no emitió en su informe del jueves recomendaciones explícitas sobre si conceder o no el permiso a TransCanada, una decisión que corresponde a Obama y que probablemente tardará meses en llegar.

La publicación del informe abre un periodo de noventa días en la que ocho agencias federales lo estudiarán y harán sus comentarios.

A continuación, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, emitirá su recomendación sobre si construir el oleoducto es algo de "interés nacional", para que Obama la tenga en cuenta en su dictamen final.

"Sigue siendo improbable que la aprobación o denegación de cualquier proyecto único de transporte de crudo impacte significativamente la tasa de extracción de las arenas bituminosas, o la demanda continuada de petróleo pesado en las refinerías de Estados Unidos", señaló el Departamento de Estado en su estudio sobre el impacto ambiental del proyecto.

En el documento, se argumenta que la extracción de esas arenas, de las que se alimentaría el oleoducto que recorrería el país desde Canadá al Golfo de México, continuará probablemente al mismo ritmo tanto si se construye el proyecto como si no, y a no ser que suban los costes de transporte, el petróleo se podrá llevar de igual modo por ferrocarril si no se construye la tubería.

El estudio admite que la extracción de arenas bituminosas genera "más emisiones de carbono" que otras fuentes de petróleo, y pronostica que la construcción de Keystone XL "contribuiría a la acumulación de emisiones de gases de efecto invernadero", pero no más que otros proyectos contaminantes "de la misma magnitud".

Los detractores de Keystone XL insisten en los daños ambientales que el proyecto ocasionaría en la zona, tanto por la contaminación de las arenas bituminosas como por la desestabilización de los ecosistemas costeros.

Tras publicarse el informe, varios legisladores republicanos instaron a Obama a aprobar cuanto antes el proyecto, con el argumento de que generaría decenas de miles de empleos en el país.

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