Bruselas, 26 jul.- La CE y el FMI han pedido hoy a Hungría una serie de medidas y reformas fiscales, estructurales e institucionales a cambio de un préstamo de hasta 15.000 millones de euros para sanear su economía, y han criticado la polémica tasa a transacciones del banco nacional del país magiar.
Una misión de expertos de la Comisión Europea (CE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), así como observadores del Banco Central Europeo (BCE) viajaron del 17 al 25 de julio a Budapest para mantener "un útil primer intercambio de puntos de vista" sobre acontecimientos e iniciativas recientes y políticas que podrían apoyar en el marco de un posible préstamo preventivo.
Hungría aspira a un préstamo de hasta 15.000 millones de euros para sanear su economía.
"A la luz de un clima doméstico y externo débil, una política y un marco institucional que cambian frecuentemente y una percepción de elevados riesgos, las perspectivas económicas de Hungría siguen siendo un desafío, también en el corto plazo", señaló la misión en un comunicado difundido por la CE.
Las exportaciones apoyan de momento la actividad económica pero se prevé que pierdan impulso, y una tasa de inversión históricamente baja, sumada a un consumo privado débil, siguen siendo los principales obstáculos para el crecimiento, indica.
Éste se ve además ralentizado por los créditos que asume el país, grandes deudas domésticas y externas y un declive en la confianza.
La delegación saluda el compromiso del Gobierno húngaro en favor de una mayor consolidación fiscal, pero recalca que debe tomar "pasos decisivos" si quiere alcanzar los objetivos de su programa de convergencia entregado a la UE.
Más aún, indican la CE y el FMI, para reducir la deuda y mantener la estabilidad financiera, se requiere "una política y un marco institucional estables" en Hungría.
Para ello hace falta crear un clima empresarial más propicio y reformas estructurales continuadas que impulsen el crecimiento y el empleo, sostienen.
También un marco fiscal mejorado, como ha recomendado el Consejo de la UE en el contexto del procedimiento por déficit excesivo y las recomendaciones por país, facilitarían el ajuste fiscal previsto.
Las perspectivas para unas finanzas sostenibles podrían ser reforzadas con un presupuesto vinculante de medio plazo para el Gobierno, un mandato más amplio para el Consejo Fiscal y el cumplimiento de los requisitos europeos para marcos presupuestarios.
La delegación también abordó con el Gobierno de Viktor Orbán más cambios estructurales en materia de política tributaria, laboral y los mercados de productos conforme a las recomendaciones de la CE.
En este sentido, la CE y el FMI apoyaron las críticas del BCE por la nueva tasa a las transacciones financieras, que se aplica a instrumentos de política monetaria del banco nacional húngaro.
"El foco debería estar en un sistema impositivo más favorable al empleo y las inversiones. La política económica debería evitar cargos ad hoc sobre varios sectores económicos, lo que incluye el banco central, y avanzar con reformas para restaurar la solidez del sistema bancario de manera que pueda apoyar la recuperación económica", sostuvieron los expertos de la CE y del FMI.
Por último, la delegación recomienda a Hungría apoyar la participación de las mujeres en el mercado laboral, la educación y la formación y la competitividad, y reformar las empresas públicas que registran pérdidas, especialmente en el área del transporte.
También pide un marco regulador equilibrado para todas las empresas.
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