La CNMV ve semejanzas en el control y la gestión de lo público y lo privado

Madrid, 17 feb.- La presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Elvira Rodríguez, ha destacado hoy las semejanzas entre las normas de gobierno corporativo de las empresas y la gobernanza del sector público, ya que ambos deben regirse por criterios de transparencia y asunción de riesgos razonable.

Durante su participación en una mesa redonda sobre presupuestos, contabilidad y control público celebrada hoy en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, Rodríguez ha valorado La Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno que aprobó el Congreso el pasado mes de noviembre.

En su opinión, esta norma coincide en muchos puntos con el código de buen gobierno corporativo puesto en marcha por el Gobierno que afecta a la gobernanza de las empresas, en particular de las sociedades cotizadas.

Los criterios de transparencia, de control de la gestión de los directivos y de sus retribuciones, ha indicado, son coincidentes en ambos casos, ya que los "paralelismos entre el control de lo público y lo privado son evidentes: en el sector público, los accionistas son los ciudadanos, y los gestores, los cargos públicos".

A éstos últimos cabe exigirles, al igual que a los directivos de empresas privadas, que faciliten toda la información adecuada sobre su situación económica y financiera, al mismo tiempo que hay que evitar que "asuman riesgos indebidos".

Todo ello, ha dicho, para recuperar la confianza del mismo modo que se ha hecho para pasar página de la crisis económica y financiera.

Y es que esta pérdida de confianza, en el sistema financiero por un lado, y en los organismos públicos por otro, ha provocado una auténtica "deslegitimación de algunas instituciones", a las que cabe exigir ahora "más que nunca" un nivel superior de transparencia y de gestión responsable.

Los mecanismos de control son ahora más necesarios que nunca, si se quiere superar definitivamente este déficit de confianza.

En concreto, en relación con la desconfianza hacia el sector financiero, la presidenta de la CNMV ha admitido que hubo falta de transparencia en determinadas emisiones de valores, así como poca claridad en la información que se proporcionaba a los clientes de productos financieros.

Algunos, ha señalado, no sabían lo que estaban comprando.

Asimismo, la asunción excesiva de riesgos vino de la mano de objetivos cortoplacistas, prueba de que los gestores actuaron en claro conflicto de intereses.