La crisis de la deuda griega exaspera a los mercados financieros

  • Atenas.- Atenas recobró hoy la normalidad, tras dos días de violentas protestas callejeras, pero la crisis por su elevada deuda mantuvo nerviosos a los mercados financieros, que siguen sin convencerse de que un paquete multimillonario de ayuda a Grecia evitará el contagio a otros países de la Eurozona.

Atenas.- Atenas recobró hoy la normalidad, tras dos días de violentas protestas callejeras, pero la crisis por su elevada deuda mantuvo nerviosos a los mercados financieros, que siguen sin convencerse de que un paquete multimillonario de ayuda a Grecia evitará el contagio a otros países de la Eurozona.

Buena prueba de esta falta de convicción fue la rentabilidad de los títulos soberanos griegos a diez años, que se disparó hoy hasta el 12,40%, con un diferencia de 962 puntos básicos respecto al "bund" germano.

Pero también el euro se depreció al nivel más bajo en catorce meses frente a la divisa estadounidense, por debajo de 1,27 dólares, por el ambiente negativo general que se respiraba entre los países miembros del euro en relación con la deuda.

Las bolsas mundiales han sido igualmente un fiel barómetro de la guerra de nervios generada y han acusado fuertes descensos, en algunos casos difíciles de explicar con los fundamentos económicos de los países cuyos mercados de valores se han visto más afectados.

La tumultuosa aprobación por el Parlamento griego ayer de un plan de austeridad de tres años por 30.000 millones de euros, gracias a la mayoría absoluta de los socialistas del primer ministro, Yorgos Papandréu, era imprescindible para recibir una ayuda de 110.000 millones de euros del Eurogrupo y del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Las características de esta asistencia serán abordadas hoy en Bruselas en una reunión extraordinaria de los jefes de Estado y de Gobierno de la zona del euro, que podrían también debatir un cumplimiento futuro más estricto de los criterios que rigen a los miembros de la moneda única.

La deuda griega, de más de 270.000 millones de euros, cerca del 115% de su Producto Interior Bruto (PIB), ha desatado serios temores sobre una bancarrota del país mediterráneo, que hoy podrían ser despejados definitivamente en el encuentro de Bruselas.

Por si las adversidades económicas fueran pocas, la Oficina Nacional de Estadística (NSS) anunció hoy que el índice de inflación en abril subió al 4,8%, el triple de la media de la Eurozona y el más alto desde agosto de 2008, por los crecientes precios de los carburantes y el incremento de los impuestos, que forma parte de las medidas gubernamentales de austeridad.

Analistas griegos consultados por Efe comentaron que las medidas restrictivas para controlar el gasto público pueden asfixiar la economía, que en 2010 terminaría con una contracción de hasta el 5%.

Se teme, además, que el recorte salarial para los funcionarios, de hasta el 30 por ciento, y de otros sectores, y las mayores cargas impositivas repercutan muy negativamente en el consumo interno.

En el plano político, el Gobierno griego ya se ha resignado a ceder parte de su soberanía a los organismos supervisores que revisarán el cumplimiento del plan de austeridad enviados por el Eurogrupo y el FMI, pese a que las formaciones filocomunistas han intentado sacar partido de este aspecto.

El FMI ha diseñado un esquema para el paquete de rescate que posibilitará a Grecia permanecer fuera de los mercados durante más de dieciocho meses, hasta 2012, lo que le permitirá satisfacer su deuda, en parte, volviendo a lograr el crecimiento económico, según Caroline Atkinson, una portavoz de este organismo.

La vuelta a la normalidad en Grecia, tras semanas de protestas, que culminaron el miércoles con la muerte de tres personas y decenas de heridos entre manifestantes y policías, es ahora una prioridad para el Gobierno.

El entierro hoy y mañana de los tres empleados de una sucursal bancaria de Atenas, uno de ellos una mujer de 32 años embarazada de cuatro meses, que fallecieron asfixiados en un incendio provocado por un cóctel molotov lanzado por manifestantes a la oficina, tendrá lugar en la intimidad por deseo de los familiares.

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