La deflación, los emergentes y los activos tóxicos, las lacras de España para el FMI

    • El FMI cree que la posición financiera de los hogares españoles sigue siendo débil a pesar de la mejora de la deuda soberana.
Enrique Utrera

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha puesto negro sobre blanco sus conclusiones sobre la economía global con motivo de su reunión de primavera. Los mensajes clave son muy directos: especialmente en Europa la persistente baja inflación es un riesgo para el crecimiento, la combinación de la fatiga reformista y una insuficiente ambición política pueden provocar una "recesión prolongada" de la economía global y el volumen de activos en riesgo de impago acumulado por los bancos de la Eurozona se ha duplicado desde 2008 hasta superar los 800.000 millones de euros.

Pero, bajando a lo particular, ¿cómo se leen las conclusiones del organismo liderado por Christine Lagarde en clave española? Aunque el FMI ha elevado el crecimiento para España este año desde el 0,6% hasta el 0,9% -y hasta el 1% en 2015- en las previsiones económicas vertidas el miércoles, del documento publicado este jueves se extraen lecturas preocupantes para la economía española. Estas son las principales incertidumbres:

-Casi cuatro billones de endeudamiento. Una de las tablas más llamativas entre las contenidas en el documento se refiere al endeudamiento global del país. A pesar del duro proceso de ajuste que han soportando en el último quinquenio, bancos y cajas, empresas, particulares y la Administración siguen debiendo casi cuatro billones de euros. ¿Qué significa esta cifra? Que la deuda total se sitúa en el 386% del producto interior bruto (PIB).

Las cifras del FMI revelan también que desde los máximos del período comprendido entre 2009 y 2013, el Estado no ha reducido un ápice su nivel de endeudamiento bruto–como en el resto de las grandes economías mundiales salvo Alemania-, frente al tijeretazo del 21,1% de las empresas no financieras, el 16,7% de bancos y cajas y el 8,6% de las familias. El FMI cree que la posición financiera de los hogares españoles sigue siendo débil –están más endeudados que los de Alemania Francia u otro país de la periferia como Italia- a pesar de la mejora del sector financiero español y la recuperación de los precios y la deuda soberana.

-La espada de Damocles de los impagos. El Fondo ha vuelto poner sobre la mesa el crecimiento imparable de los activos en riesgo de mora, que se han duplicado desde 2009 hasta los 800.000 millones de euros. El documento recuerda que en 2013 entre un 30% y un 40% de la deuda corporativa de los bancos de España y Portugal correspondía e empresas en dificultades que pagaban intereses superiores a sus ingresos.

Mientras desde el propio Banco de España se espera que la morosidad pueda superar el listón del 15% este año, el FMI cree que los bancos españoles deben seguir trabajando para mejorar sus ratios de capital y su nivel de provisiones. Y aseguran que cuando se reduzca la morosidad el nivel de crédito en España podría mejorar en ocho puntos porcentuales en cuatro años, suponiendo una variación al alza de 170 puntos básicos en el ratio de capital.

El FMI también recuerda en su informe que el sistema bancario español es, tras el austríaco, el segundo del mundo con más exposición a las economías de los mercados emergentes, seguido de Portugal, Bélgica e Italia. Una situación incómoda a la vista de las expectativas del Fondo, que cree que los riesgos relacionados con los países emergentes "han aumentado " por la posibilidad de una normalización inesperadamente rápida de la política monetaria estadounidense o episodios renovados de aversión al riesgo.

-Inflación bajo mínimos. Lagarde ha sido especialmente directa respecto a los riesgos que comporta unos bajos niveles de inflación y ha asegurado que "las brechas de producción y una inflación más baja de lo esperado han incrementado los riesgos de un periodo prolongado de inflación por debajo del objetivo, que podría desanclar las expectativas de inflación, incrementando los tipos de interés reales y provocando un mayor desapalancamiento que frene el crecimiento".

Una situación especialmente preocupante para España, donde los precios cayeron un 0,2% en marzo alimentando el fantasma de la deflación. Según el FMI, España tiene un 61% de posibilidades de caer en deflación, por encima del algo más del 20% de la economía mundial o el alrededor del 40% de países rescatados como Irlanda o Grecia.

-La lacra del déficit. Este año así, pero el que viene… El FMI cree que en 2014 España está casi en disposición de cumplir el objetivo de déficit del 5,8% fijado por Bruselas. Concretamente, cree que cerrará una décima por encima. En cualquier caso, España presentará el mayor desequilibrio de la Eurozona junto a Irlanda. Lo que viene después es más preocupante. España no cumpliría el objetivo en 2015 y el ratio de deuda pública sobre el PIB saltaría al 102%.

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