La deuda de La Seda hasta junio sumaba 662,8 millones de euros

  • La compañía química La Seda de Barcelona, que está en concurso de acreedores, sumaba hasta 31 de mayo una deuda de 662,8 millones de euros, aunque el conjunto del grupo tenía un pasivo de 868,6 millones hasta abril.

Barcelona, 12 jul.- La compañía química La Seda de Barcelona, que está en concurso de acreedores, sumaba hasta 31 de mayo una deuda de 662,8 millones de euros, aunque el conjunto del grupo tenía un pasivo de 868,6 millones hasta abril.

Así lo detalla la compañía en un escrito remitido hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el regulador bursátil.

A finales de junio, el grupo industrial portugués BA Vidro, liderado por Carlos Moreira, recuperó el control de La Seda y avanzó que quería vender las plantas de su negocio químico, entre ellas la histórica de El Prat de Llobregat (Barcelona) y la de IQA en Tarragona, para centrarse en el embalaje de plástico.

Entonces Moreira, cuyo grupo controla un 20 % de La Seda, también dejó claro que quería llegar a un acuerdo con los acreedores, entre ellos el fondo buitre Anchorage, el primer acreedor de la química.

En la comunicación a la CNMV, La Seda justifica la solicitud de concurso voluntario para lograr la viabilidad de la compañía y subraya que pretende llegar a un acuerdo de reestructuración de la deuda, "que se materializará en forma de convenio de acreedores y plan de viabilidad".

El pasado 4 de julio el juzgado mercantil número 1 de Barcelona dictó el auto de declaración conjunta de concurso voluntario de acreedores de la empresa química La Seda de Barcelona y de sus 12 filiales europeas.

En la documentación remitida a la CNMV, La Seda precisa que hasta junio acumulaba pérdidas de 11,19 millones, aunque se trata de las cuentas individuales -en las consolidadas el grupo perdía 16,8 millones hasta abril-.

La Seda precisa que tiene pignoradas a favor de Caixa Geral de Depósitos y de Caixa Banco de Investimento las acciones correspondientes al 41 % del capital social de Artland en garantía de pago de las cantidades presentes o futuras que deba esta sociedad.

Se trata de una garantía en virtud del contrato de financiación para la construcción de la planta de PTA en Sines (Portugal), y las acciones estaban valoradas en libros en 55,5 millones de euros.

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