Sao Paulo, 2 sep.- La compañía española Isolux Energía se adjudicó hoy una concesión de transmisión de energía eléctrica con instalaciones en los estados de Río de Janeiro y Sao Paulo en una subasta de la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) de Brasil, informó el órgano regulador.
La firma se hizo con una subestación eléctrica en la ciudad de Nova Iguaçu, en la periferia de Río de Janeiro, y con la concesión de explotación de una línea de transmisión de 247 kilómetros y 500 kilovatios de potencia entre ese municipio y la localidad de Taubaté, en el estado vecino de Sao Paulo.
En la misma subasta, la Companhia de Transmisión Eléctrica del Estado de Sao Paulo (CTEEP), controlada por la colombiana ISA, obtuvo la concesión para la subestación Itapeti, en el estado de Sao Paulo.
Como parte del Consorcio Garanhus, formado con la estatal brasileña Companhia Hidroeletrica do Sao Francisco (Chesf), la CTEEP se adjudicó la concesión para una línea de transmisión entre los estados de Paraiba y Pernambuco.
"El resultado en consorcio con la Chesf refuerza la consolidación de la CTEEP al expandir su actuación en Brasil, que está presente en doce estados brasileños por medio de sus subsidiarias y ahora entra también en Paraíba y Pernambuco", afirmó César Ramírez, presidente de la CTEEP.
La Chesf se adjudicó un total de tres concesiones en los estados nororientales de Piauí, Bahía y Pernambuco, de acuerdo con un comunicado.
El organismo adjudicó hoy 12 lotes formados por 14 líneas de transmisión y 12 subestaciones eléctricas que además de las regiones citadas abarcan los estados de Roraima, Pará, Mato Grosso, Goiás, Paraná, Minas Gerais, Alagoas y Paraíba.
Las concesiones están compuestas de 2.051 kilómetros de líneas de transmisión y subestaciones de 6.900 megavoltios amperios de potencia.
El organismo calcula que su explotación requerirá una inversión de 2.800 millones de reales (unos 1.713 millones de dólares) y la generación de 11.600 empleos directos.
La subasta logró adjudicar las instalaciones por un valor medio que supone un 22,74 por ciento menos del techo máximo de ingresos anuales para las compañías previsto por el organismo.
"Nuestro objetivo es siempre buscar las menores tarifas y proporcionar más competitividad al sector", afirmó el director general de Aneel, Nelson Hübner, quien calificó de "extraordinariamente positiva para la sociedad brasileña" la reducción de los valores obtenida en la operación.
En la subasta, celebrada en la sede de la Bolsa de Valores de Sao Paulo, participaron 16 compañías y seis consorcios.
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