La espantada de ZP añade desconcierto en una semana clave para los mercados

  • Este lunes empezará a cotizar la decisión de Zapatero de no volver a presentarse a las elecciones. Una noticia que añadirá incertidumbre a una semana clave para los mercados,  ya que estará marcada por la amenaza de subidas de tipos, el dato de paro de marzo, el descalabro de CAM y la colocación del Tesoro.
Zapatero se someterá el martes a un nuevo "examen" económico en el Senado
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Ruth Ugalde

Un cambio de Gobierno siempre tiene impacto en los mercados. Sin embargo, el rechazo de José Luis Rodríguez Zapatero a presentarse como candidato a las elecciones generales de 2012 dista mucho de poder ponerse esta medalla.

Primero, porque no se trata de un cambio de Gobierno, sino de un relevo de líder al frente de un partido que, según las encuestas, tenía ya muy complicado revalidar el triunfo al frente del Ejecutivo. Desde este punto de vista, podría hablarse de un impacto muy limitado, e incluso nulo.

Segundo, porque la convulsa semana que se abre para los mercados promete diluir, y mucho, esta noticia. No obstante, desde este punto de vista, sí que puede afirmarse que la espantada de Zapatero añade incertidumbre a unos días ya de por sí tensos para los inversores y la economía nacional.

Desde primera hora del lunes, la atención de los inversores preocupados por la salud económica española estará centrada en el nuevo dato de paro del INEM, correspondiente al mes de marzo, y que promete poner otra pica en el verdadero Talón de Aquiles de nuestro país: su práctica incapacidad de generar empleo.

Ese mismo día, el sector financiero volverá a poner a prueba su resistencia o debilidad, ya que será cuando el mercado recoja el impacto de los 2.800 millones de euros que pidió la CAM al Estado el pasado viernes para evitar su colapso.

El plato fuerte de la semana llegará el jueves, con la probable decisión del presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude-Trichet, de elevar los tipo de interés un cuarto de punto, lo que supondrá poner fin a dos años del dinero más barato de la historia y hará especialmente daño a nuestra economía, por ser la que tiene mayor deuda privada.

Coincidiendo con esta cita, el Tesoro prevé realizar una emisión de bonos a tres años, con una rentabilidad del 3,40%, todo un órdago para los mercados, a los que el Ministerio de Economía pondrá a prueba obligándoles a pronunciarse sobre su verdadera opinión de la salud económica de la deuda nacional.

A pesar del turbulento primer trimestre del año -con el precio del petróleo disparado, Portugal al borde del rescate e Irlanda destapando nuevos agujeros en su banca- España ha conseguido recuperar parte de la credibilidad perdida en los mercados, hasta el punto de que ha quedado fuera del denominado grupo de los PIGS-Portugal, Irlanda, Grecia y España-, ha conseguido mantener su diferencial con el bono alemán por debajo de los 200 puntos, y ha visto cómo el Bies 35 ha cerrado en marzo su mejor arraque de año desde que comenzó la crisis.

Sin embargo, hay un punto donde la decisión de Zapatero sí que puede tener impacto: la opinión de los empresarios. Aunque son muchos los que, fuera de los focos, defienden no sólo un cambio de líder, sino de partido de Gobierno, el momento en que se ha anunciado la noticia parece una bofetada a uno de los hombres más importante del país: Emilio Botín, que hace apenas una semana pidió al presidente aparcar el debate de su sucesión.

Éste ha hecho oídos sordos y, lejos de acallar el debate, ha abierto por completo el melón. Política manda.

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