La eurozona intentará remodelar el fondo único de liquidación bancaria

  • La eurozona intentará hoy de nuevo flexibilizar su postura sobre el fondo único de liquidación de la banca para facilitar antes del fin de la Legislatura un acuerdo con la Eurocámara, y abordará los rescates de Chipre, Grecia y Portugal.

Bruselas, 10 mar.- La eurozona intentará hoy de nuevo flexibilizar su postura sobre el fondo único de liquidación de la banca para facilitar antes del fin de la Legislatura un acuerdo con la Eurocámara, y abordará los rescates de Chipre, Grecia y Portugal.

Las negociaciones comenzarán después del Eurogrupo, en el que los ministros de Economía primero darán luz verde a un nuevo tramo de ayuda por 150 millones de euros a Chipre, y analizarán la última revisión del rescate a Portugal y el estado de las complicadas conversaciones entre Atenas y la troika.

También intentarán cerrar finalmente las directrices de la recapitalización directa antes de reunirse en otro formato para tratar de flexibilizar su postura sobre el acuerdo intergubernamental que sirve, según Alemania, como única base legal para que los países puedan prestarse entre sí y transferir las contribuciones de la banca al fondo único de liquidación bancaria.

Ese acuerdo no gusta a la Eurocámara, que ha vuelto a recalcar esta semana que la necesidad de ese acuerdo sigue siendo "dudosa".

La capacidad de financiación de las liquidaciones también será discutida ante la necesidad de que el fondo único tenga un respaldo suficiente y pueda tomar prestado dinero, ya sea mediante la ayuda de garantías públicas o privadas o a través de recursos puente.

Otro aspecto que tendrán que revisar los ministros es el ritmo en el que se pondrán en común los recursos nacionales y la cuestión de si eso implica también acelerar las contribuciones de la banca.

En virtud del acuerdo alcanzado en diciembre pasado por los países, el fondo de resolución se nutrirá de contribuciones anuales de 5.500 millones de euros a lo largo de diez años a cargo de la banca y hasta que esté lleno (unos 55.000 millones en 2026), estará dividido en compartimentos nacionales.

En esta década transitoria en el caso de que haya que proceder a liquidar un banco, se recurrirá a los fondos del compartimento del país o los países en los que la entidad está basada, de modo que progresivamente se irá permitiendo el acceso al capital común a un ritmo del 10 % anual hasta la mutualización del 100 % en 2026.

La Eurocámara estaba al principio en contra de estos compartimentos, pero después de nueve rondas de negociaciones con los países ha cedido algo y ha afirmado poder aceptar esta fórmula si el fondo dispone desde el inicio de una capacidad financiera suficiente a través de una línea de crédito.

Los eurodiputados también cuestionan el ritmo en el que los compartimentos se transforman en un verdadero fondo único común.

Frente al Banco Central Europeo (BCE), que pide que la mutualización se haga en cinco años en lugar de diez pero dejando intacto el ritmo de las contribuciones, la Eurocámara propone que el 50 % de la puesta en común de los fondos se realice en los tres primeros años y el resto durante los dos siguientes.

Alemania está dispuesta a aceptar una puesta en común más rápida de los fondos si también se aceleran las aportaciones de la banca.

El compromiso podría residir en la propuesta de la Comisión Europea (CE) para tener un verdadero fondo común en siete años y en lugar de tener unas aportaciones lineales acelerarlas al principio.

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