La familia Guinness trae a España su fondo de inversión anticrisis

Edward Cecil Guinness fue el primer Conde de Iveagh y uno de los filántropos más importantes de principios del siglo pasado, labor que compaginaba con la dirección del emporio familiar: el grupo bebidas espirituosas Guinness. Un siglo después, otro Edward Guinness ha unido el espíritu filantrópico y el empresarial de su antepasado en el fondo Iveagh Wealth Fund.

Este vehículo de inversión acaba de aterrizar en España con el objetivo de captar inversores dispuestos a mover su dinero a imagen y semejanza de la famosa saga irlandesa. De hecho, el fondo está gestionado por los mismos profesionales que cuidan de la fortuna de los Guinness en su Family Office.

Con un patrimonio gestionado superior a los 1.000 millones de libras, el equipo que dirige la fortuna Guinness replica las estrategias de inversión del Family Office en el fondo Iveagh. Y, por el momento, con gran acierto, ya que desde su lanzamiento, el 1 de septiembre de 2008, apenas dos semanas antes de la quiebra de Lehman Brothers, este vehículo suma una rentabilidad del 11,8%.

"El principal objetivo de mi familia es preservar nuestro dinero, evitando a toda costa la volatilidad que hay en los mercados", señala Edward Guinness, presidente del fondo y último miembro de la saga que llevó las riendas del grupo cervecero, hasta que fue vendido a Diageo.

Este carácter conservador, alérgico a los riesgos, quedó refrendado hace tres años, cuando la crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos estaba dando sus primeros coletazos. "Vimos que iban a surgir muchos problemas en renta variable y reducimos desde el 60% hasta apenas el 10% el peso de la renta variable en nuestra cartera. Así, conseguirmos salvar el 25% de nuestros activos líquidos", recuerda Edward Guinness, que esta semana ha participado en una conferencia organizada por la Cátedra Bancaja de Jóvenes Emprendedores de IE University.

Esta experiencia les convenció a lanzar Iveagh Wealth Fund. "Varios inversores no pidieron si podíamos crear un fondo para que pudieran conseguir el mismo beneficio cosechado por el Family Office", explica Paul Ross, consejero delegado del fondo, cuyo tamaño, año y medio después de su lanzamiento, alcanza los 222 millones de libras (260 millones de euros).

Invertir como un Guinnness

Ahora, Iveagh ha aterrizado en España con el objetivo de abrir sus puertas también a inversores nacionales. Eso sí, para incorporarse a este selecto club, se requiere una inversión mínima de 50.000 euros. A cambio, se cuenta con ventanas diarias de liquidez -tanto las suscripciones como los reembolsos de dinero son diarios-, sólo se exigen cinco días de preaviso para los reembolsos, y no hay periodo de lock-up -plazo durante el cual está prohibido tocar el dinero-.

"Nuestro modelo permite a los pequeños inversores acceder a un fondo que cuenta con toda la experiencia y el conocimiento de los gestores responsables de nuestro patrimonio familiar", señala Edward. "La gente que invierte en Iveagh siente que lo está haciendo con la familia", añade.

El objetivo de este fondo es conseguir una rentabilidad anualizada del 7% durante un periodo de cinco años e intentar escapar de los vaivenes y la volatilidad actual con inversiones alérgicas al riesgo. "El 70% de nuestras inversiones son defensivas, fundamentalmente bonos de deuda soberana a corto plazo, emisiones del Tesoro estadounidense, divisas y hedge fund defensivos", explica Ross.

Aunque la familia Guiness ceda su experiencia y equipos para gestionar este vehículo, el fondo es absolutamente independiente de la fortuna irlandesa, ya que los 222 millones de libras que suma proceden, en exclusiva, de otros inversores, tanto europeos como asiáticos.

En España, los gestores de Iveagh no se han marcado ningún objetivo de captación de dinero. Sin embargo, para aquellos que quieran conocer un poco su filosofía de inversión, en los turbulentos momentos actuales, Ross ofrece algunas pautas:

1-. Apuesta por las divisas asiáticas y el dólar frente al euro y la libra.

2-. La mitad de su exposición está en Asia, fundamentalmente en los bautizados Tigres Asiáticos, porque tras la crisis que vivieron a finales de la década de los 90, ahora son un área más inmune.

3-. Ahora mismo no invertiría en bonos griegos, ni en deuda de países periféricos. Es una apuesta demasiado arriesgada para su modelo de fondo.

4-. Les gusta invertir en aquello que pueden palpar -recursos naturales (3,3% de la cartera), oro y metales preciosos (3,5%) y capital riesgo (4%)- y en inversiones seguras -bonos gubernamentales (27,1%) y fondos de retorno absoluto (30,2%)-

5-. En renta variable (23,5%) apuestan sobre todo por el Asia no china y, en segundo lugar, por Estados Unidos, Europa y Japón.