La Fiscalía apoya que el futuro de Cacaolat se decida en Barcelona

  • La Fiscalía del Tribunal Supremo es partidaria de que el futuro del fabricante de batidos Cacaolat, una de las enseñas estrella de Nueva Rumasa, se decida en el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Barcelona, que es el que tramita su concurso de acreedores y el que ha iniciado la venta de su negocio.

Madrid, 20 sep.- La Fiscalía del Tribunal Supremo es partidaria de que el futuro del fabricante de batidos Cacaolat, una de las enseñas estrella de Nueva Rumasa, se decida en el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Barcelona, que es el que tramita su concurso de acreedores y el que ha iniciado la venta de su negocio.

En un escrito al que ha tenido acceso EFE, el Ministerio Público considera "mal planteada" la cuestión de competencia que elevó el juzgado madrileño que gestiona la venta del 95 % de las acciones de Cacaolat, así como el proceso de insolvencia de Clesa, su accionista mayoritario.

La Fiscalía recuerda que "debe partirse de la premisa de que ninguna parte ha puesto objeción alguna a la competencia objetiva, ni funcional, del Juzgado de Barcelona, para conocer del concurso del deudor Cacaolat".

De hecho, subraya que el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid sólo ha hecho hincapié en liderar la venta de la empresa y no ha llegado a resolver sobre la acumulación del proceso de insolvencia de Cacaolat al de Clesa.

Este juzgado solicitó a su homólogo catalán que se abstuviera de resolver de forma definitiva la venta del negocio de Cacaolat porque vaciaba la empresa e interfería en la venta de acciones del fabricante de batidos que había iniciado su propietario Clesa.

En este sentido, la Fiscalía recuerda que la acumulación "debe abarcar el concurso en su integridad" y "nunca actuaciones concretas por relevantes que sean".

Por tanto, sostiene que la solicitud que planteó el juzgado madrileño para que el barcelonés se inhibiera a su favor "no es procedente dado que la Ley Concursal confiere al juez del concurso competencia exclusiva y excluyente sobre todas las cuestiones planteadas".

Así lo razonó también el titular del Juzgado de lo Mercantil número 6 de Barcelona, Javier Fernández, en el auto que dictó el 5 de agosto para rechazar la inhibición a favor del de Madrid.

"Este órgano no puede prescindir de que las actuaciones de venta anticipada propiamente forman parte de este concurso y por esa razón no puede escindirse del mismo", justificó Fernández en su auto.

El juez de Madrid, Francisco Javier Vaquer, defiende que debe ser Clesa quien decida sobre el futuro de la filial catalana de batidos, ya que es su propietaria y de otro modo ni siquiera tendría dinero para pagar los salarios pendientes y el despido de sus más de 500 trabajadores.

De momento, y a la espera de la decisión definitiva del Tribunal Supremo sobre la cuestión de competencia, Vaquer no ha resuelto la venta del 95 % de las acciones de Cacaolat, por la que ha pujado Central Lechera Asturiana, con la única oferta válida.

El juzgado mercantil número 6 de Barcelona abrió ayer los sobres con las cuatro ofertas para comprar la unidad productiva de la empresa de batidos, de entre las que la administración concursal seleccionará a las tres mejores antes del viernes.

Corporación Alimentaria Peñasanta (CAPSA), propietaria de Central Lechera Asturiana, ha ofrecido 48 millones de euros por la unidad productiva de Cacaolat, cifra superior a la de sus tres competidores: Victory Corporate, junto a Cobega y Damm, Vichy Catalán y Roures Reenginnering.

Cacaolat, que fue declarada en concurso de acreedores el pasado 31 de marzo, es una de las pocas firmas de Nueva Rumasa que tiene una buena situación patrimonial, ya que cuenta con activos de 129,46 millones de euros, frente a unas deudas de 29,79 millones.

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