La hostelería de Valladolid exige la suspensión de la Ley Antitabaco y negociar otra

  • Valladolid.- La hostelería de Valladolid exigió esta tarde la suspensión de la Ley Antitabaco y la negociación de otra nueva normativa que preserve los negocios y evite su "ruina" por la pérdida de clientes.

El cierre patronal sólo es seguido en bares de barrios de Valladolid
El cierre patronal sólo es seguido en bares de barrios de Valladolid

Valladolid.- La hostelería de Valladolid exigió esta tarde la suspensión de la Ley Antitabaco y la negociación de otra nueva normativa que preserve los negocios y evite su "ruina" por la pérdida de clientes.

Cerca de setecientos propietarios y empleados de establecimientos hosteleros de Valladolid y provincia recorrieron pacíficamente esta tarde en manifestación los cerca de 500 metros de la céntrica calle de Santiago en protesta por la actual normativa que, según denunciaron, está hundiendo económicamente al sector.

La manifestación, desde la Plaza de Zorrilla hasta la Plaza Mayor, frente al Ayuntamiento, fue el colofón de una jornada de cierre patronal de bares, cafeterías y restaurantes en una fecha emblemática, el "Día de los Enamorados".

El cierre de establecimientos tuvo un desigual y escaso seguimiento, cifrado por la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería, convocante de la protesta, en un 15 por ciento en el centro de la capital y en un 30 en barrios como Parquesol, La Vitoria, La Rondilla, Pilarica, Pajarillos y Delicias, los más populosos de la ciudad del Pisuerga.

La estimación en los municipios vallisoletanos ha sido de un 30 por ciento, y de un 50 la que se producirá en los locales de ocio nocturno.

La marcha comenzó pasadas las 20.00 horas encabezada por una gran pancarta en la que se leía "Prohibición total. Ruina del sector".

Al frente del desfile iban el presidente de la Federación Española de Hostelería y Restauración (FEHR), José María Rubio, y el de la Asociación de la Hostelería Vallisoletana, José Ramón García, acompañados por una decena de profesionales de la provincia.

Rubio dijo a Efe que con su presencia en Valladolid pretende respaldar las reivindicaciones de su colegas y hacer lo mismo en próximas acciones de protesta en Vigo, Cuenca, León y Albacete.

"Cuando tanta gente sale a la calle es que algo pasa en la hostelería. Esto no sucedía hasta ahora", insistió el presidente de la FEHR, quien manifestó también que "no es una ley antitabaco", "no es una ley antifumadores, es una ley antihostelería que nos está quitando clientes y arruinando a nuestros negocios".

Los manifestantes exhibieron carteles con escritos como "Leyre Pajín, nos vemos en Madrid", "Contra el tabaquismo, por la hostelería y el turismo", "Nos negamos a ser los chivatos del Estado" y "Soy autónomo, ¿de qué comerá mi familia?".

También pidieron la dimisión del presidente del Gobierno de la Nación y mostraron una divisa con el lema "Zapatero, negrero; tenías que ser hostelero".

Al final del recorrido, los organizadores difundieron un manifiesto que fue leído por el presidente de la FEHR y en el que se señala que la suspensión de la actual ley y la negociación de una nueva normativa debe hacerse sobre la premisa del reconocimiento del derecho de los asalariados a trabajar en espacios sin humos.

El manifiesto pone de relieve que las pérdidas económicas de bares, cafeterías y restaurantes en enero último "son indiscutibles" y están llevando "al borde de la ruina" a "miles de hosteleros".

Añade la misma declaración que hay que poner remedio a esta situación para salvar la hostelería y "evitar también un grave daño en la economía y el empleo del país".

Acusa también el manifiesto de "mentirosos" al Gobierno y al PSOE por haber dicho a los hosteleros que "la inmensa mayoría" de los países de la Unión Europea había adoptado la "prohibición total" de fumar en los establecimientos.

"Ante la ruina a que nos ha llevado la tozudez y el radicalismo extremista del Gobierno y del Partido Socialista, los hosteleros debemos defender nuestros negocios y el sustento de nuestra familias", concluye el escrito.

La protesta fue vigilada por una decena de policías nacionales, a pie y en furgoneta, que cubrieron discretamente el recorrido de la manifestación en una tarde-noche desapacible.

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