La huelga de transportistas lusos empieza con pequeños incidentes y sin colas

  • Lisboa.- La huelga de las empresas de transportes de mercancías lusas comenzó hoy con una escasa incidencia en el tráfico rodado y aislados incidentes contra los camiones que decidieron no sumarse al paro.

La huelga de transportistas lusos empieza con pequeños incidentes y sin colas
La huelga de transportistas lusos empieza con pequeños incidentes y sin colas

Lisboa.- La huelga de las empresas de transportes de mercancías lusas comenzó hoy con una escasa incidencia en el tráfico rodado y aislados incidentes contra los camiones que decidieron no sumarse al paro.

Desde la medianoche, la presencia de camiones en las carreteras de Portugal ha sido inferior a la habitual, aunque por el momento ni las asociaciones organizadoras de la protesta ni el Gobierno portugués han facilitado cifras de participación.

La circulación viaria en el país luso no se ha visto afectada por este paro, según informó hoy la Guardia Nacional Republicana (GNR, encargada de la vigilancia del tráfico), que sin embargo sí denunció el apedreamiento de algunos camiones que circulaban por las autopistas A1, A2, A17 y A23.

En esta última vía tuvo lugar el incidente más grave durante las primeras once horas de huelga, ya que la rotura de una luna por el lanzamiento de una piedra provocó heridas a un menor que se encontraba en el interior del vehículo alcanzado, lo que obligó a trasladarlo a un centro hospitalario, según recogieron hoy medios lusos.

Los transportistas de mercancías han convocado esta huelga para protestar por los elevados precios del combustible, y que en Portugal se situaban ayer, de media, en 1,547 euros para la gasolina de 95 octanos, 1,618 euros para la gasolina de 98 octanos y en 1,398 euros para el gasóleo, según datos oficiales.

Los convocantes de este paro y el ministro de Obras Públicas, Transportes y Comunicaciones, Antonio Mendonça, no alcanzaron un acuerdo en la reunión que mantuvieron entre la noche de ayer y la madrugada de hoy, en un último intento del Gobierno para abortar la huelga.

El Ejecutivo luso hizo público tras este encuentro que el único punto en el que no se llegó a un consenso fue en la reclamación de los transportistas de bajar los precios del combustible a través de algún tipo de ayuda.

En declaraciones a la agencia estatal Lusa, Mendonça subrayó que la concesión de subsidios al sector es en estos momentos "inadmisible, ya que exigiría un gasto de millones de euros de los contribuyentes, lo que no tiene sentido en una situación como la actual".

El paro de los transportistas es el último de los problemas a los que se enfrenta el Gobierno socialista luso, después de que la semana pasada superara una moción de censura en el Parlamento, presentase un nuevo paquete de medidas de ajuste rechazado de forma unánime por la oposición y fuese objeto de las críticas de una multitudinaria protesta ciudadana contra la precariedad.

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