La intervención pública en el BES será el último recurso, según Gobierno luso

Lisboa, 17 jul.- El Gobierno portugués afirmó hoy que la intervención pública en el Banco Espírito Santo (BES) será "siempre un escenario de último recurso" y descartó que el Ejecutivo esté preparando una capitalización de la entidad.

Así lo manifestó la ministra de Finanzas lusa, Maria Luis Albuquerque, en una audiencia parlamentaria sobre la crisis del Grupo Espírito Santo en la comisión de Presupuesto y Finanzas.

Según dijo, "la intervención pública es siempre un escenario de último recurso" y, en caso de ser necesaria, deberá ser "indispensable" y tendrá que ser supervisada por las autoridades europeas.

Albuquerque negó que el Gobierno portugués esté preparando una inyección de fondos públicos o que haya cualquier información que indique que sea necesaria.

Las turbulencias del Grupo Espírito Santo (GES), controlado por una de las familias más poderosas y ricas de Portugal, se han agravado durante las últimas semanas por los recelos de analistas e inversores sobre la situación financiera de algunas de sus filiales.

Sin embargo, la ministra consideró que si un grupo privado enfrenta problemas, "tendrá que resolverlos" y estos "no son materia de las autoridades o del Gobierno", siempre y cuando no amenacen la estabilidad del sistema financiero luso.

Sobre el banco, Albuquerque reafirmó que su exposición a las filiales del grupo al que pertenece es pública y la entidad cuenta con un colchón de capital "suficiente para hacer frente a escenarios de pérdidas que puedan ocurrir".

A pesar de las garantías reafirmadas esta semana por las autoridades portuguesas, el BES volvió hoy a sufrir un fuerte desplome, de cerca del 8 %, en su cotización en la Bolsa de Lisboa.

Las dudas sobre la solvencia del grupo se incrementaron este miércoles ante el anuncio de la operadora Portugal Telecom de que una de sus filiales, Rioforte, no reembolsó unos 900 millones de euros el día en que vencía su deuda.

La entidad bancaria aceleró esta semana el cambio de su ejecutiva, encabezada desde el lunes por el economista Vítor Bento, y que deberá se ratificada el próximo 31 de julio en una asamblea general de accionistas.