La ley de Morosidad ha sido inútil para 3 de cada 4 empresas

    • El 74% de las empresas españolas reconoce que no ha notado ningún impacto de la ley de morosidad en su actividad, aunque ha aumentado el número de compañías que conoce la normativa.
    • Intrum Justitia cree que hay un escepticismo generalizado ante la normativa, puesto que el 58% cree que afectará negativamente a sus relaciones con los clientes.
(AMP)La morosidad de la banca cierra 2014 en el 12,5%, su menor nivel desde agosto de 2013
(AMP)La morosidad de la banca cierra 2014 en el 12,5%, su menor nivel desde agosto de 2013

El 74% de las empresas españolas reconoce que no ha notado ningún impacto de la ley de morosidad en su actividad, aunque ha aumentado el número de compañías que conoce la normativa, según el Índice de Riesgo de 2014 elaborado por Intrum Justitia.

En una nota de prensa, Intrum Justitia dice que el anuncio de la compra de deuda por valor de 60.000 millones del Banco Central Europeo (BCE) a partir de marzo tendrá un efecto positivo sobre los plazos de pagos de las administraciones públicas porque tendrán más dinero para poder cumplir la normativa.

"Si la Administración quiere que la economía y las pymes crezcan, es la primera que tiene que trabajar en ello", sostiene, tras recordar que la normativa contempla la indemnización mínima por gastos de recobro de 40 euros por factura impagada y el aumento del tipo de interés de demora de 7 a 8 puntos en pagos retrasados dentro de las transacciones comerciales ente empresas y Administraciones Públicas, entre otras cosas.

En el estudio se analiza la repercusión de estas iniciativas en el tejido empresarial y se concluye que sólo un 8% de las empresas las está usando. De hecho, el 55% respondió que no utilizaban estos derechos y el 37% indicó que solo reclamaba en determinadas ocasiones.Escepticismo generalizado

En términos generales, 'Intrum Justitia' cree que hay un escepticismo generalizado ante la normativa, puesto que el 58% cree que afectará negativamente a sus relaciones con los clientes y el 35% cree que no recibirá el pago de esa reclamación.

Además, las empresas consideran que deberían recibir más ayuda legisladora para cobrar sus facturas a tiempo. Concretamente en España, el 90% no estaba satisfecho con las acciones del Gobierno para combatir la morosidad.

Según Intrum Justitia, España tiene un plazo medio de pago de 99 días que duplica la media europea (46 días). Por tipo de pagador, las Administraciones Públicas pagan en un plazo de 154 días, un día menos que en 2013 pero muy encima de los 30 contemplados en la ley. Las empresas, por su parte, sitúan su plazo medio de pago en 83 días y los consumidores en 61.Los impagos se reducen en 2014

Los niveles medios de impago soportados por las empresas españolas en el conjunto de 2014 se redujeron un 35% en relación al año anterior, según el índice de incumplimiento publicado este jueves y elaborado por Crédito y Caución.

En análisis muestra que aunque los niveles de impago del mercado doméstico siguen superando los que se registraban al cierre de 2007, esta evolución consolida dos años de mejoría de este indicador.

De esta forma, tras mostrar los primeros síntomas de empeoramiento en 2007 y reflejar la magnitud de la ola de impagos de 2008, este indicador ha mostrado un "comportamiento de dientes de sierra", con mejoría encadenada en 2009 y 2010, empeoramiento en 2011 y 2012 y nueva mejoría en 2013 y 2014.

Para este año, cabe esperar que se mantenga una mejoría suave del indicador, pero la respuesta final dependerá, en gran medida, de las condiciones que se den en la economía española.

"A lo largo de 2014, España ha afianzado su salida de la crisis, pero lo ha hecho en un entorno global complejo", añade Crédito y Caución. La devaluación del euro y la caída del precio del petróleo generan un "entorno de oportunidades en 2015" para el sector exterior, pero ese mantienen algunas "incertidumbres" tales como la situación en Grecia o el riesgo de deflación y estancamiento secular en la zona euro.

El entorno de negocio que afrontan las empresas españolas sigue siendo muy complejo. En concreto, la falta de liquidez continúa siendo el principal detonante de los problemas de pago y los niveles de insolvencia judicial, que reflejan las dificultades de muchas empresas para seguir reestructurándose ante la complejidad de la realidad económica, siguen en cifras muy superiores a sus niveles históricos.

En todo caso, la evolución del Índice Crédito y Caución de Incumplimiento "mantendrá una pendiente suave, reflejo de las mayores medidas de control y gestión del riesgo de impago, que han estabilizando de forma significativa el impacto de la morosidad a lo largo de la cadena comercial".

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