La liberalización completa de los trenes turísticos arranca este miércoles

  • El Gobierno abrirá a la competencia a partir del próximo miércoles, 31 de julio, los trenes turísticos, de forma que servicios como el Transcantábrico o el Al Andalus serán los primeros donde podrán entrar a operar empresas privadas.

Madrid, 28 jul.- El Gobierno abrirá a la competencia a partir del próximo miércoles, 31 de julio, los trenes turísticos, de forma que servicios como el Transcantábrico o el Al Andalus serán los primeros donde podrán entrar a operar empresas privadas.

De acuerdo con la orden sobre servicios de transporte ferroviario de viajeros con finalidad prioritariamente turística, publicada esta semana en el BOE, los servicios habrán de prestarse en el marco de una combinación previa, en la que todas las plazas deberán haber sido vendidas u ofrecidas a la venta por una agencia de viajes con arreglo a un precio global.

En esa combinación se incluirían, además del servicio de transporte, otras dos prestaciones, que pueden ser el alojamiento durante al menos una noche, manutención u otros servicios turísticos.

Según la orden, toda empresa ferroviaria que se encuentre habilitada para prestar servicios y haya obtenido la correspondiente asignación de la capacidad de la infraestructura podrá prestar, sin necesidad de autorización o título habilitante específico de ninguna clase, servicios de transporte de viajeros con finalidad prioritariamente turística.

Entre los trenes turísticos se encuentran, además de los Transcantábricos (tanto el clásico o el Gran Lujo) y Al Andalus, el Expreso de La Robla o los Trenes del Norte.

Quedan fuera del ámbito de aplicación de esta orden las circulaciones de trenes históricos, cuya justificación esencial y fin último sea la realización de una actividad histórico-cultural en la que el propio desplazamiento de los citados vehículos es un medio para la correcta conservación y difusión del patrimonio ferroviario.

La liberalización fue anunciada por el Ejecutivo en febrero pasado, cuando aprobó las bases para la apertura a la competencia del transporte de viajeros, que, tras los trenes turísticos, se irá extendiendo después al resto de servicios.

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