La libertad económica en España mejora en 2011 tras la crisis, según un estudio

  • Madrid.- La libertad económica en España mejora en 2011 respecto al año anterior, aunque las "restricciones" y la "rigidez" del mercado de laboral siguen siendo el principal problema para una mayor apertura y competitividad.

La libertad económica en España mejora en 2011 tras la crisis, según un estudio
La libertad económica en España mejora en 2011 tras la crisis, según un estudio

Madrid.- La libertad económica en España mejora en 2011 respecto al año anterior, aunque las "restricciones" y la "rigidez" del mercado de laboral siguen siendo el principal problema para una mayor apertura y competitividad.

Según el Índice de Libertad Económica 2011 que elabora anualmente The Heritage Foundation, The Wall Street Journal y FAES, España escaló cinco puestos en el ránking mundial que clasifica a 183 economías según su libertad económica y se situó en la posición 31.

No obstante, España se sitúa a la cola de los países con mayor apertura económica, con 70,2 puntos sobre 100 y por debajo de naciones como Lituania, Georgia, Chile o Irlanda.

Hong Kong, Singapur, Australia, Nueva Zelanda y Canadá fueron los países más destacados en esta clasificación, al obtener una puntuación de entre 89,7 y 80,8 puntos.

El Índice presentado hoy por el investigador del "Center for International Trade and Economics de The Heritage Foundation", James Roberts, y por el presidente del Tribunal de Defensa de la Competencia de Madrid, Pedro Schwartz, entre otros especialistas, indica que este año la libertad económica avanzó una media mundial de 0,3 puntos en comparación con 2010 y recuperó el "ímpetu" perdido durante la crisis.

En el caso de España, el estudio señala que el mercado laboral sigue influyendo de forma negativa en la apertura económica e indica que "pese a algunos progresos", y haber mejorado este indicador 5,7 puntos respecto al año 2010, las regulaciones del mercado de trabajo españolas son "restrictivas" y el coste salarial es "muy alto", por lo que dificulta los despidos.

Puntualiza que la regulación sobre las horas de trabajo son "rígidas".

El Índice se basa en diez medidas que evalúan la apertura, el estado de derecho y la competitividad de los países.

En España, los indicadores de libertad de comercio, financiera, de inversión y de derechos de propiedad son los más altos, pese a que tampoco mejoraron en 2011, a excepción del de comercio, que subió 0,1 puntos.

La libertad de empresa y la fiscal también crecieron este año frente al empeoramiento que tiene el índice que mide la corrupción y el gasto público que descendió 4 y 5,5 puntos respectivamente.

En el mundo, las mayores mejoras se alcanzaron en las economías en desarrollo y países emergentes, donde la disminución de la pobreza fue una prioridad y favoreció la libertad económica.

117 economías obtuvieron mejores puntuaciones que en 2010, mientras que 58 empeoraron y 4 no presentaron cambios.

Precisamente Schwartz destacó, durante su intervención, la diferente libertad económica en países del Magreb y de Oriente Medio, y dijo que mientras Bahrein es una economía "libre" desde el punto de vista económico, junto a Qatar; Irán y Libia son economías "reprimidas".

De esta forma vinculó la libertad del individuo y de su propiedad a la libertad económica y no tanto a las democracias.

Además, el Índice también aclara que los niveles más altos de libertad económica están relacionados con mayores ingresos per cápita.

Sin embargo, asegura que la recesión económica ha provocado "tensión" en las redes de seguridad social de casi todo el mundo, consecuencia del aumento de gasto gubernamental.

Afirma que con la recuperación económica global "poco segura" muchos países se encuentran en un momento crítico y enfrentan opciones políticas decisivas.

El director ejecutivo de Fomento del Trabajo Nacional, Joaquín Trigo, que también intervino en la presentación del Índice, criticó que el paro sea un lastre en la libertad económica española y que las instituciones "no faciliten" la creación del empleo destruido durante la crisis.

También que el Gobierno "infle" a leyes a los ciudadanos, lo que impide su desconocimiento, así como la elevada fiscalidad, y los elevados niveles administrativos que "deberían reducirse a todas luces", tal como ha hecho Grecia que, con la crisis, ha eliminado más de la mitad de los ayuntamientos.

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