La nieve y el hielo reduce la actividad en varios aeropuertos franceses

París.- El hielo y la nieve que ha seguido cayendo estas últimas horas en diferentes partes del territorio francés obligó a reducir esta mañana la actividad en varios aeropuertos franceses, e incluso el de Toulouse tuvo que cerrar.

Los responsables del aeropuerto de Blagnac-Toulouse indicaron que todas las operaciones de despegue y aterrizaje habían quedado suspendidas al menos hasta las 14.00 locales (13.00 GMT), a causa de la nevada, que dificultaba además la circulación por las carreteras en las proximidades de la ciudad, incluida su circunvalación.

Otro de los aeropuertos más afectados por el temporal era el de Lyon, que incluso tuvo que cerrar temporalmente, y que esta mañana pudo abrir una de sus pistas, lo que permitió reanudar progresivamente su actividad, pero con muchos retrasos.

En la región de París, donde durante la mañana estuvo nevando ligeramente, los mayores problemas para la jornada de hoy se habían previsto en la plataforma de Roissy-Charles de Gaulle, donde se había calculado que en total se suprimirían una cuarta parte de los vuelos.

En el tráfico rodado, las zonas con las perturbaciones más importantes eran el valle del Ródano, el centro y el sur, con algunas autopistas cerradas a los camiones, como la A64 al pie de los Pirineos entre Saint Gaudens y Pau.

Los programas de los servicios ferroviarios también habían tenido que alterarse, y así el de los trenes Eurostar desde París y Bruselas a Londres se había reducido con sólo la mitad de los convoyes habituales.

Los trenes de alta velocidad (TGV) de la línea París-Lyon circulaban con una media de una hora de retraso y los de París-Marsella con una hora.

Los servicios meteorológicos seguían manteniendo poco antes de mediodía una treintena del centenar de departamentos de Francia en alerta naranja por la nieve y el hielo.

Para hoy se esperaba que las temperaturas se mantuvieran durante todo el día bajo en la práctica totalidad del país, a excepción de Córcega, la Costa Azul y la costa vasca, y así en París debía situarse en -1 o -2 grados centígrados.

En regiones como Bretaña y Normandía las nevadas iban a continuar durante la tarde y la noche próxima, con lo que, teniendo en cuenta lo que ya había caído, se podrían acumular en algunos puntos más de 40 centímetros de espesor.