La onu, sobre las armas biológicas: “el mundo debe seguir estando vigilante”


El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, señaló este jueves que “el mundo debe seguir estando vigilante” contra la amenaza de las armas biológicas (patógenos como virus, bacterias o toxinas utilizados para hacer daño a las personas), cuando se cumplen 40 años de la entrada en vigor del tratado internacional que recoge su prohibición.
La Convención para la Prohibición del Desarrollo, Producción y Almacenamiento de Armas Bacteriológicas fue presentada para su firma el 10 de abril de 1972 y se convirtió entonces en el primer tratado multilateral en prohibir una categoría completa de armas. Entró en vigor el 26 de marzo de 1975 y actualmente cuenta con 173 Estados parte.
Este instrumento prohíbe el desarrollo, la producción, la adquisición, la transferencia, la retención, el almacenamiento y el uso de armas biológicas y tóxicas y es clave, junto con el Tratado de No Proliferación Nuclear y la Convención sobre las Armas Químicas, en los esfuerzos de la comunidad internacional para hacer frente a la proliferación de armas de destrucción masiva.
“En las últimas cuatro décadas, la Convención de Armas Biológicas ha hecho una importante contribución al esfuerzo colectivo de eliminar dicha amenaza”, apuntó Ban.
BROTE DE ÉBOLA
El titular de la ONU agregó que la norma contra el uso y posesión de armas biológicas “se mantiene sólida y ningún país reconoce la posesión de armas de ese tipo”, aunque apuntó que los países deben ser conscientes de la amenaza que representan para la humanidad.
“El brote de ébola en África occidental demuestra el daño que pueden infligir enfermedades, que podría aumentar masivamente si utilizamos tales enfermedades deliberadamente como armas”, apuntó.
No obstante, recalcó que la epidemia de ébola ha demostrado “el compromiso de la comunidad internacional para responder a esas amenazas, ya sean naturales o deliberadas”, así como “el papel vital de la ciencia en la creación de mejores defensas”.
No obstante, Ban solicitó que durante la octava conferencia internacional para revisar dicha convención, que tendrá lugar el año próximo, se adapten los parámetros para afrontar el reto que suponen tanto los avances científicos y tecnológicos como los riegos potenciales que plantean las organizaciones terroristas y los grupos armados no estatales.

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