La presión sobre la deuda lusa cae por primera vez a tasas previas al rescate

  • La presión sobre la deuda de Portugal ha caído con fuerza durante los últimos meses, lo que ha provocado que los intereses se sitúen por primera vez en niveles previos a la intervención de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.

Lisboa, 21 ago.- La presión sobre la deuda de Portugal ha caído con fuerza durante los últimos meses, lo que ha provocado que los intereses se sitúen por primera vez en niveles previos a la intervención de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.

Las obligaciones lusas a diez años, utilizadas habitualmente como referencia, cotizaban hoy al 9,5 por ciento de interés, ligeramente por debajo de la penalización sobre estos mismo títulos que se registraba en junio de 2011, cuando el país comenzó a recibir la ayuda financiera.

La menor rentabilidad exigida por los inversores en el mercado secundario -donde se compran y venden los títulos adquiridos en subasta pública- refleja que la percepción sobre el riesgo de impago de Portugal ha mejorado.

De esta forma, la prima de riesgo -la diferencia respecto al bono alemán a diez años- rondaba hoy en Portugal los 800 puntos básicos, cuando llegó a superar los 1.500 puntos.

Este mismo alivio se ha percibido durante los últimos meses en las obligaciones a cinco años, que se pagaban hoy al 8,33 por ciento de interés.

Mayor todavía ha sido el descenso en los bonos lusos a dos años, que cotizaban hoy al 5,1 por ciento de interés, la menor tasa desde hace cerca de año y medio.

Estas penalizaciones contrastan con el momento de mayor presión de los mercados sobre la deuda de Portugal, vivido a finales del pasado mes de enero, cuando los intereses a diez, cinco y dos años alcanzaron máximos nunca vistos desde la entrada en vigor del euro al superar el 17, el 22 y el 21 por ciento, respectivamente.

La bajada de los intereses sobre los títulos lusos coincide ahora con la caída de la rentabilidad exigida por los inversores para adquirir deuda española o italiana durante la última semana.

El Gobierno luso considera este descenso de los intereses como una prueba de que Portugal se dirige por el camino correcto para volver a financiarse de forma autónoma, algo que deberá hacer a partir del segundo semestre de 2013.

La ayuda financiera de la UE y el FMI (78.000 millones de euros entre 2011 y 2014) ha permitido al país no tener que emitir deuda a largo plazo desde que solicitó el rescate, evitando así pagar los elevados intereses exigidos por los inversores en subastas publicas.

Analistas, agencias de calificación y diversos expertos advierten, sin embargo, de que las tasas a las que cotiza la deuda lusa en el mercado secundario -utilizado como referencia- siguen siendo insostenibles, por lo que creen improbable que Portugal logre su objetivo, lo que abriría la puerta a un segundo rescate.

En el plano puramente económico, el país prevé para este año una recesión superior al 3 por ciento del PIB y el desempleo se sitúa ya en el 15 por ciento, casi tres puntos más que hace justo un año.

El Ejecutivo conservador luso ha cumplido a rajatabla con el amplio y severo paquete de medidas de austeridad acordado con las autoridades internacionales -conocidas como troika- para cumplir con el acuerdo firmado a cambio de su rescate financiero, y cuyas consecuencias ya nota en su día a día el ciudadano medio.

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