La presión sobre la deuda lusa vuelve a subir tras el recorte de Fitch

  • La presión sobre la deuda lusa en el mercado secundario volvió a subir hoy después de que la agencia de calificación Fitch anunciara un recorte de un escalón a la nota de Portugal hasta "BB+", nivel considerado ya como "bono basura".

Lisboa, 24 nov.- La presión sobre la deuda lusa en el mercado secundario volvió a subir hoy después de que la agencia de calificación Fitch anunciara un recorte de un escalón a la nota de Portugal hasta "BB+", nivel considerado ya como "bono basura".

Después de varias semanas de relativa estabilidad, los inversores exigieron hoy mayor rentabilidad para comprar los títulos lusos, que se encuentran bajo la presión de los mercados desde hace más de un año.

A diez años, utilizado habitualmente como plazo de referencia, las obligaciones portuguesas se adquirían hoy a un 12,38 por ciento de interés, casi un punto por encima que hace dos semanas aunque todavía por debajo del 13 por ciento alcanzado en julio, cuando alcanzó su máximo histórico.

La deuda lusa a cinco años cotizaba hoy en el mercado secundario -donde se compran y venden los títulos adquiridos en subasta pública- al 16,28 por ciento, dos puntos porcentuales más que a principios de mes.

A dos años la rentabilidad sobrepasaba ya el 17 por ciento, aún muy lejos de su valor récord, establecido en el 20,63 por ciento y registrado el pasado 2 de noviembre.

Fitch justificó su corte a la nota de la deuda portuguesa en un escalón por el empeoramiento del panorama económico de Europa y por las previsiones de recesión que maneja el Gobierno luso para el próximo año, y que estiman un retroceso de su PIB del 3 por ciento.

La agencia de notación financiera consideró, asimismo, que debido precisamente a esta difícil coyuntura económica, el plan para rebajar el déficit público del Gobierno conservador luso será un reto todavía mayor del previsto inicialmente.

La decisión de Fitch fue divulgada en el mismo día en que los trabajadores lusos están llamados a la huelga general por los dos principales sindicatos del país como señal de protesta a las últimas medidas de austeridad aprobadas por el Gobierno.

El Ejecutivo conservador luso ha aplicado ya severos ajustes y recortes para cumplir con los compromisos que adquirió con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional a cambio de su ayuda financiera, concretada en un préstamo de 78.000 millones de euros para los próximos tres años.

Los sucesivos paquetes de reformas aprobados por Portugal desde 2010 y su solicitud del rescate no han aliviado sin embargo la presión que ejercen los mercados sobre el país, debido a que mantienen sus dudas sobre la viabilidad de sus finanzas.

Mostrar comentarios