La principal petrolera iraní, entre las nuevas sancionadas por Unión Europea

Bruselas, 16 oct.- La principal compañía petrolera de Irán y los ministerios de Energía y del Petróleo del país figuran en la última lista de sancionados hecha pública hoy por la Unión Europea (UE), que busca así cortar vías de financiación al régimen de Teherán para que acceda a cooperar sobre su programa nuclear.

Las medidas, acordadas el lunes por los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión en Luxemburgo, entraron hoy en vigor con su publicación en el Diario Oficial de la UE.

Los nombres, que no se conocían hasta ahora, incluyen a varias de las principales empresas del petróleo y del gas del país persa, como la Compañía Nacional Petrolera Iraní, controlada por el Estado y una de las mayores petroleras del mundo.

Junto a ella se sanciona a un buen número de sus filiales de petróleo, gas y servicios de exportación.

En total, 34 nuevas entidades tienen congelados sus activos en Europa, empresas que según fuentes comunitarias ofrecen una financiación "sustancial" al régimen de Teherán.

También se incluye en esa "lista negra" a una nueva persona, en este caso el ministro iraní de Energía, Mayid Namyu, que también es miembro del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, el órgano encargado de la política nuclear iraní.

Estas sanciones van acompañadas de toda una batería medidas acordadas el lunes por los ministros de Asuntos Exteriores para aumentar la presión sobre Irán por su programa nuclear, que se suman a otras ya en vigor como un embargo a las importaciones de crudo iraní.

En las nuevas sanciones se prohíbe toda transferencia entre bancos europeos y entidades iraníes a partir de cierta cantidad, a menos que reciban una autorización previa, se vetan las importaciones de gas natural y se refuerzan las medidas contra el Banco Central de Irán que ya era objeto de sanciones.

No se libra tampoco el sector de los transportes y, en especial, el marítimo, pues las nuevas sanciones prohibirán a los Estados miembros registrar buques iraníes y proveer petroleros a Irán para el transporte de su crudo.

Los Veintisiete también han pactado vetar la venta a Irán de más materiales susceptibles de ser utilizados en el desarrollo nuclear, como el grafito y el aluminio.

Por último, los países se han comprometido a detener su apoyo al comercio con Irán, al que no concederán garantías o seguros para que efectúe transacciones.

La UE mantiene con Irán una doble vía, con la imposición de duras sanciones por un lado y con un proceso de diálogo por el otro, en el que busca que Teherán dé garantías sobre el carácter pacífico de su desarrollo atómico.