La UE suaviza rescate a Irlanda y Portugal con una prórroga a sus préstamos

  • La UE acordó hoy conceder una extensión media de siete años en los plazos de devolución de los préstamos concedidos a Irlanda y Portugal, una medida encaminada a facilitar el regreso de estos dos países a los mercados de financiación y, en último término, la salida de sus respectivos programas de ayuda.

Javier Aja

Dublín, 12 abr.- La UE acordó hoy conceder una extensión media de siete años en los plazos de devolución de los préstamos concedidos a Irlanda y Portugal, una medida encaminada a facilitar el regreso de estos dos países a los mercados de financiación y, en último término, la salida de sus respectivos programas de ayuda.

Lo decidieron primero los diecisiete ministros de la zona del euro tras un encuentro del Eurogrupo celebrado en Dublín, y después lo refrendaron todos los ministros comunitarios de Economía y Finanzas (Ecofin), también reunidos hasta mañana en la capital irlandesa.

La extensión de los plazos representa un espaldarazo para Portugal e Irlanda de cara a la amortización del crédito de 78.000 y 85.000 millones de euros, respectivamente, que recibieron en el rescate de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque solo es aplicable a los préstamos comunitarios.

En un comunicado conjunto, el Eurogrupo y el Ecofin destacaron que ambos programas de ayuda están "encarrilados" a pesar de las "difíciles circunstancias macroeconómicas", por lo que elogiaron el "firme compromiso" de sus autoridades con "sus respectivos programas de ajuste" y el "éxito" para hacer frente a los "desequilibrios acumulados" en sus economías.

Respecto a Portugal, indicaron que Lisboa ha dado garantías de que, "muy pronto", acordarán con la tríada inspectora que forma la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI la adopción de "medidas compensatorias apropiadas" guiadas por el "control del gasto".

El Eurogrupo y el Ecofin hacían así referencia a las alternativas que maneja el Gobierno luso para hacer frente a la decisión del Tribunal Constitucional portugués de anular varias de las medidas de austeridad incluidas en los presupuestos del país para 2013.

"También celebramos -señaló la nota- el compromiso de las autoridades para especificar completamente la estrategia presupuestaria a medio plazo, principalmente edificada sobre medidas de consolidación fiscal estructural que garantizarán una consolidación fiscal duradera y la sostenibilidad de la deuda pública".

Tanto Irlanda como Portugal, recordaron los organismos comunitarios, se encuentran en "diferentes etapas de sus programas", pero ambos "han dado con éxito pasos para regresar a los mercados" de deuda en busca de fuentes alternativas de financiación.

Por esos motivos, consideraron que la prórroga concedida hoy ayudará a "suavizará el perfil de amortización de deuda" de Lisboa y Dublín, al tiempo que "reducirá sus necesidades de financiación" cuando abandonen sus respectivos programas de ayuda, que en el caso irlandés está previsto para final de este año y en el portugués para la primavera de 2014.

Antes de la prórroga, Portugal tenía que pagar por vencimientos de deuda 16.000 millones en 2015 y 19.800 millones más en 2016 de los que 2.300 millones, el primer año, y 9.900 millones, el segundo, corresponden ya a préstamos contraídos en el rescate que aceptó en 2011.

Para hacer frente a esos pagos, cubrir los vencimientos de deuda de 2014 -de cuantía similar- y satisfacer sus necesidades financieras, Lisboa necesitará captar en el mercado unos 110.000 millones de euros en los próximos tres años.

En el caso irlandés, el vencimiento de los préstamos recibidos por los fondos europeos tras aceptar su rescate en noviembre de 2010 se situaba de media en los doce años y medio.

El objetivo del Gobierno irlandés para este año es captar en los mercados de deuda un total de 10.000 millones de euros para hacer frente a las necesidades de financiación antes de que finalice su rescate económico.

Para la troika, la citada ampliación, además de "mejorar la confianza" de los mercados, servirá para "proteger a Irlanda y Portugal de los riesgos de financiación que emanan de los acontecimientos en otros países" rescatados de la zona euro, "como Chipre".

En este sentido, el Eurogrupo dio hoy su visto bueno político a las condiciones del rescate de Chipre, de hasta 10.000 millones de euros, de manera que ahora corresponde a los parlamentos nacionales aprobarlas formalmente.

"Dimos la bienvenida al acuerdo técnico alcanzado entre la troika -la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- y Chipre", el cual está "plenamente en línea" con los parámetros y objetivos claves fijados por el Eurogrupo el pasado 25 de marzo, señaló el presidente del foro, Jeroen Dijsselbloem.

Dijsselbloem confirmó que el monto con el que contribuirá la eurozona será de 9.000 y de 1.000 millones de euros el FMI, mientas que Chipre tendrá que aportar 13.000 millones de euros al rescate, de manera que finalmente el total del programa ascenderá a 23.000 millones de euros y no a 17.000 millones, como estaba previsto inicialmente.

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